En la directiva mensajerista causó una honda sorpresa la llamada del entrenador el lunes por la tarde. Según confirmó el máximo mandatario palmero, desde hacía días ya tenían la confirmación de que Mazinho no seguiría en el Tenerife porque le habían ofrecido un puesto de despachos, no el banquillo del filial. "Si no, no hubiésemos comenzado las conversaciones", ratificó.
"El Tenerife publicó la noticia de la renovación en el mismo momento de la reunión con Mazinho. Fue ahí también cuando nos llamó a nosotros para decirnos que no vendría al Mensajero", añadió Francisco. "El movimiento de última hora del Tenerife no se lo esperaba nadie. Ni el propio entrenador. El sábado todos sabíamos que se desvinculaba porque le habían ofertado otro tipo de responsabilidades y no el banquillo del B", comentó el presidente.
En semejante línea se expresó -también en la SER- el presidente del Ibarra, otro de los clubes interesados en Leandro Cabrera. "Nos sentamos con él dos o tres veces y nos manifestó su disposición de entrenar cerca de casa si no le salían ofertas mejores. Él no iba a seguir en el Tenerife porque le plantearon algo que no era entrenar. Sin embargo, en el último momento y en la última reunión sí accedieron a aceptar todas sus condiciones", relató Gaspar Martínez.