El CD Mirandés deja helado al Heliodoro tras remontar a un CD Tenerife que mereció más

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Los jugadores del CD Mirandés celebran gol en el Heliodoro
Los jugadores del CD Mirandés celebran gol en el Heliodoro
Con un ojo puesto en la erupción en La Palma, las gradas del Heliodoro brindaron una  emotiva y unánime ovación en solidaridad con el pueblo palmero, preludio de la montaña de emociones, de la escenificación de lo impredecible, que se viviría en el, hasta esta tarde, inexpugnable fortín isleño.

Las intenciones del CD Mirandés duraron mientras los blanquiazules asentaron su fortín. Primeras aproximaciones visitantes con centros desde la derecha y salidas aprovechando la velocidad de Hassan, bien solventadas por Mellot, un seguro defensivo que cada partido argumenta su titularidad y falta de oportunidades de Shaq Moore. El CD Tenerife se quitó la presión del equipo burgalés, comenzó a aparecer la figura de Shashoua; y la dupla Álex Corredera - Míchel Herrero agitaban a los tinerfeñistas.

Los blanquiazules lo intentaban por el entro, pero no podían romper el entramado mirandés y buscaron otras alternativas ofensivas. Un duro disparo lejano de Carlos Ruiz mostraba el camino, que intentaba hacer efectivo con una falta bombeada de Álex Corredera, que desvió Raúl Lizoain a saque de esquina. Shashoua protagonista con un CD Tenerife entregado, lo intentó desde la media luna del área, pero sin lograr inquietar al meta visitante.

Volvió a aparecer Álex Muñoz

Cuando parecía que no se movería el marcador antes del descanso, Álex Muñoz volvió a hacer de las suyas. Tras un amago y una pared en la frontal,  se internó en el área y fue derribado por detrás, tras cazarle Carreira. Penalti claro, sin polémica ni necesidad de VAR. Míchel Herrero asumió la responsabilidad y engañó, con tranquilidad, a Raúl Lizoain, lanzándoselo pegado al palo, a la izquierda del guardameta grancanario.  Los blanquiazules se adelantaban en el marcador y volvía el cántico del "Bota Heliodoro" a las gradas del coliseo tinerfeñista.

Ramis quiso asegurar las bandas dando entrada a Shaq Moore, por un Mellot amonestado y en el primer minuto el estadounidense ya sacó su mejor arma de "quarterback" con un centro desde la derecha que encontró a Álex Muñoz, que esta vez no estuvo acertado. Los blanquiazules no se conformaban con la mínima ventaja y seguían asediando a Raúl Lizoain, que daba las gracias al travesaño por repeler un trallazo de Shashoua.

Remontada del CD Mirandés

Las ofensivas blanquiazules dejaban espacios atrás y el CD Mirandés ponía a prueba a Sipcic, un colosal Carlos Ruiz y muy seguro Juan Soriano. Camello puso el susto en el cuerpo tras una contra de área a área tras una pérdida de Corredera, pero sin fuerza su lanzamiento fue atajado por un bien colocado Juan Soriano. La réplica no se hizo esperar y, otra vez, Samuel Shashoua se topó con Lizoain para evitar su sueño de anotar en un Heliodoro con público. Enric Gallego, que demostró que el trabajo defensivo no se negocia en el CD Tenerife con descomunales cabalgadas hacia atrás, la tuvo en el minuto 74, pero su lanzamiento se fue alto tras conectar un centro lateral y un minuto más tarde, las gargantas blanquiazules se volvían a calentar con un cabezazo de Carlos Ruiz que despejaba acertado Lizoain. Juan Soriano se hizo gigante y sacó una mano espectacular en el mano a mano con Brugué.

El encuentro se rompía y Ramis intentaba asegurar el resultado con Pomares y Larrea por un incombustible Elady Zorrilla y el nuevo ídolo blanquiazul, a la vista de la ovación recibida, Shashoua. Sin embargo, la apuesta no le salió afortunada al técnico tarraconés. Un minuto después Simón Moreno aprovechaba un centro desde la izquierda para poner el empate en el marcador y romper la imbatibilidad de Soriano en las últimas jornadas.

El Heliodoro reaccionó, en busca de una victoria en los últimos 10 minutos. El "Sí, se puede" que resonaron en las gradas del recinto capitalino evidenciaron que la hinchada tinerfeñista confía en este equipo y, otra vez, el larguero se alió con el CD Mirandés para evitar la victoria local, que, rompiendo cualquier apuesta, se fue a tierras burgalesas tras una contra final que ajustició, otra vez, Simón Moreno para romper la racha tinerfeñista y bajarle del grupo de invictos en LaLiga SmartBank.

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