Mauro dos Santos va ganando protagonismo en el Tenerife, equipo al que arribó en el mercado invernal con la vitola de refuerzo estelar para la retaguardia. Venía de Primera División y tenía otros pretendientes. Entre ellos, la Unión Deportiva Las Palmas, como así confirma en una entrevista a Alejandro Skale. "Hubo contactos con mi representante, pero el Tenerife se anticipó, me llamó directamente y en un primer momento me transmitieron las ganas de contar conmigo", relata el argentino. "Al final cuando te muestran ganas y cariño, en mi caso se valora muchísimo", resumió.La capacidad de persuasión de Víctor Moreno fue providencial para arrimar al proyecto blanquiazul a un jugador proveniente de la máxima categoría, donde brilló por última vez con el Leganés. Ahora, pretende volver por sus fueros de la mano del Tenerife. Poco a poco lo va consiguiendo, aunque al principio notó la larga inactividad. Con vistas al futuro, le gustaría amarrar cuanto antes la permanencia. ¿Y ganar el derbi? "Me gustaría ganar todos los partidos que nos quedan, pero no pienso ahora en el derbi en el que sí imagino que habrá un ambiente espectacular", dice. "Pero nuestra final es el domingo y ya veremos el siguiente", responde Mauro a AS.
Dos Santos, en un entrenamiento con el CD Tenerife / @jacfotografoEn la entrevista, el profesional suramericano explica cuáles son sus raíces, que su padre jugó en Boca (debutó en 1984) y el fútbol no tenía entonces el potencial económico de ahora. "Él se rompió los dos cruzados y ahí se truncó un poco su carrera", revela Mauro, quien también tuvo que ir al quirófano. "Tuve rotura del ligamento interno. Me operaron, volví tras cuatro meses, no me sentía bien y me tuvieron que operar de nuevo, pero por suerte ya está todo olvidado".En las últimas fechas se le pregunta con frecuencia por su peculiar forma de correr. "Nunca me fijé en eso, pero puede ser una consecuencia del miedo porque al operarte, la rodilla ya no es la misma, pierdes un poco de flexibilidad y eso puedo influir un poco", sugiere Mauro, que practica yoga aparte de fútbol. Su ilusión es en blanco y azul. Como otros refuerzos invernales como Lasso o Isma, ha firmado un contrato de larga duración. Su compromiso con el Tenerife es grande, del mismo tamaño que la confianza que depositaron en él.
Dos Santos, en un entrenamiento con el CD Tenerife / @jacfotografoEn la entrevista, el profesional suramericano explica cuáles son sus raíces, que su padre jugó en Boca (debutó en 1984) y el fútbol no tenía entonces el potencial económico de ahora. "Él se rompió los dos cruzados y ahí se truncó un poco su carrera", revela Mauro, quien también tuvo que ir al quirófano. "Tuve rotura del ligamento interno. Me operaron, volví tras cuatro meses, no me sentía bien y me tuvieron que operar de nuevo, pero por suerte ya está todo olvidado".En las últimas fechas se le pregunta con frecuencia por su peculiar forma de correr. "Nunca me fijé en eso, pero puede ser una consecuencia del miedo porque al operarte, la rodilla ya no es la misma, pierdes un poco de flexibilidad y eso puedo influir un poco", sugiere Mauro, que practica yoga aparte de fútbol. Su ilusión es en blanco y azul. Como otros refuerzos invernales como Lasso o Isma, ha firmado un contrato de larga duración. Su compromiso con el Tenerife es grande, del mismo tamaño que la confianza que depositaron en él.