En la primera parte, la selección española fue algo mejor y sobre todo tuvo la ocasión de gol más clara. El equipo de Luis de la Fuente consiguió monopolizar el juego de posesión, con un 70% a 30% y Rafa Mir tuvo un uno contra uno en el minuto 38 que no supo solucionar con gol. Antes, Oyarzabal también probó suerte pero su disparo se fue muy alto. Con empate a cero se llegó al descanso (0-0).
Tras el paso por vestuarios, el tinerfeño Pedri consiguió conquistar el centro del campo e intentar una y otra vez encontrar las incorporaciones de los laterales. Algunos pases no llegaron al compañero y los que llegaron siempre acabaron despejados por la defensa nipona tras centro. En el minuto ochenta y dos, Pedri dejó el terreno de juego y su lugar lo ocupó Asensio.
Durante toda la segunda parte España fue protagonista aunque la velocidad de Japón fue una amenaza siempre. Rafa Mir volvió a estar en el foco. En esta ocasión tuvo la oportunidad de asistir a un compañero pero decidió terminar él una jugada que tenía olor a gol. Los noventa minutos se cerraron con igualada en el luminoso (0-0).
La reanudación del tiempo extra siguió los mismos derroteros, con el añadido del cansancio. Oyarzabal fue una muestra de ello, cundo tuvo que parar a descansar al poco del reinicio. Con un fútbol menos táctico, ambos conjuntos se lanzaron a por el gol decisivo y así esquivar la lotería de los penaltis. Finalmente, con un disparo en el minuto 115 de Marco Asensio al palo largo del portero nipón desde dentro del área, se conseguía un golazo que deshizo el desempate y permite a España luchar por el oro ante la selección de Brasil.