Las claves de la delicada situación del CD Tenerife

El jefe de Deportes de Radio Club Tenerife Manoj Daswani desgrana la crisis actual

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manoj daswani, cadena ser, campeones de todo
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EL ADIÓS

Con el cese de Alfonso Serrano, el CD Tenerife prescinde del mayor icono de mediocridad que había en el conjunto blanquiazul. Un profesional que consiguió el ansiado objetivo del ascenso en el 0% de sus intentos. Y tan solo una vez se quedó cerca. Desde aquella infausta tarde de Getafe, el CD Tenerife ha sido una lamentable espiral de decisiones negativas. A cada cual peor. Con episodios sonrojantes (Chilunda) y hasta extravagantes (Rodri), pero siempre en una línea descendente y lamentablemente cotizando a la baja.

EL MOMENTO

La salida de Serrano tuvo que producirse antes, para así buscar con mayor margen a un sustituto de garantías. Si Concepción y Achi ya habían pactado hacía semanas que el pucelano no continuaría de ninguna manera más allá de junio, lo natural habría sido un relevo más temprano. Y no a rebufo de un mal resultado como el del sábado en Pamplona. Lo que hizo Concepción fue actuar como un emperador romano, entregando la cabeza que le pedían los espectadores del circo.



Alfonso Serrano en su despedida / @jacfotografo

EL SUCESOR

Me cuentan desde el CD Tenerife que se dan un plazo de 10 ó 15 días (a lo sumo) para contratar a un recambio solvente. Algunos de los accionistas de referencia del representativo presionan a Concepción para que se decante por la vía canaria. Pero en los despachos blanquiazules gusta mucho alguien del perfil de Miguel Ángel Ruiz, con aquilatada experiencia, recorrido y agenda. O sea, no un neófito como en su día lo era Serrano, en quien nunca confió ningún club más que el propio CD Tenerife.

LA PREGUNTA

No resulta creíble la argumentación de Serrano, que ya nos mintió alguna vez (por ejemplo cuando negó que Etxeberria tuviese alguna relación con el Athletic). En su despedida aseguró que su salida estaba pactada para febrero. Si así fuera, ¿fue justo el club con Etxeberria y Oltra cuando firmaron sus contratos? Es decir, ¿se les informó de que iba a marcharse en Carnavales aquel que les trajo? Y a renglón seguido añado otra pregunta más, ¿no se había quejado Concepción cuando la anterior salida de Serrano de que justamente lo que le irritaba era el deseo del pucelano de irse tras los refuerzos invernales y sin esperar a la conclusión de la temporada en curso? No tengo respuestas para ninguna de estas tres preguntas.

LA ESPERANZA

Tal vez ocurra como dice Serrano y su adiós oxigene la atmósfera. No es que automáticamente se vayan a empezar a marcar los delanteros porque el secretario técnico ya no está, pero queda la esperanza de que su adiós suponga un punto de inflexión. Quién sabe.

EL ENTORNO

Entiendo que el entorno ayuda. No, no los periodistas no marcamos goles ni paramos penaltis; y los aficionados tampoco. Sí hay un porcentaje (no sé si del 2, el 5 o el 10%) en el cual puede influir la atmósfera. Vale. ¿Pero qué hace el club para tener un alrededor apacible? En verano Etxeberria justamente se reunió con Javier Armas y Carlos Jorge -del departamento de Comunicación- para pedirles que evitasen follones, que se hablase solo de fútbol, que tuviesen la fiesta en paz. El entorno de ahora era el mismo que cuando Pérez Borrego. Entonces, ¿qué ha cambiado? Definitivamente no es casual que el Tenerife haya ido cuesta abajo -y de momento sin frenos- desde el inexplicable e indescifrable cese del director general.

LA PRENSA

Si el CDTenerife va mal, perdemos todos. Insisto, todos. Como ya ocurrió en el año del último descenso a Segunda B, con una situación de agitación y crispación semejante a la de otra, hubo reparto de culpas para todos. Incluida la prensa. Pero nuestro papel, el de los periodistas, es justamente contar lo que pasa y hacer una radiografía diaria de lo que ocurre. Si las cosas al CD Tenerife le salen torcidas, pues habrá que decirlo. No es cuestión de vender humo; tampoco de edulcorar la realidad, ni mucho menos de cargar las tintas -como leo por ahí- hacia la afición, que es y seguirá siendo el mayor y más rico patrimonio del tinerfeñismo. Dicho todo lo cual, que quede constancia de que aquí hay uno que acepta las reglas de juego. Incluso que cuando se tienen 30.000 seguidores en Twitter (¡gracias a todos!), haya algo menos de un 1% que falta al respeto y pierde las formas -y los nervios- en estos días de zozobra por lo que a todos tanto preocupa: que el Tenerife navega a la deriva.