CD Tenerife y UD Las Palmas protagonizan este sábado (Heliodoro Rodríguez López, 19:30 horas) el sexagésimo primer derbi de su historia. Partidos entre blanquiazules y amarillos los hubo de todo tipo: intrascendentes, decisivos, con morbo y en todas las categorías. Pero si de antemano hubiese que bautizar el de este fin de semana, habría que apelar a su condición de dramático para el conjunto anfitrión. El cuadro de Oltra se juega algo más que tres puntos. No es un tópico; es la consecuencia de su realidad clasificatoria, de extrema necesidad a tan solo seis jornadas de echar el candado a una temporada horrorosa y de expectativas frustradas para ambos representativos.
1) El factor necesidad. Desde el principio debería notarse que es el Tenerife el que más necesita los tres puntos. En el caso del conjunto local, un triunfo valdría para aproximarse a la salvación, objetivo de mínimos de una campaña decepcionante. Pero que será catastrófica si se consumase el descenso. Los blanquiazules habrán de imprimir al derbi una intensidad en grado superlativo y conferir a la cita el rango de partido capital para sus aspiraciones de permanencia. Fue lo que les faltó en su última cita en el Heliodoro, que se saldó con un frustrante 1-3 contra el Almería.
2) Sin Jorge Sáenz. A Oltra le faltará el zaguero que mejores prestaciones ha ofrecido durante toda la temporada. Es Jorge uno de los pocos componentes del plantel que ha estado en su nivel óptimo, hasta el punto de que su trayectoria alcista le ha valido para firmar por un Primera para la campaña venidera. Su baja supone un importante revés para el cuadro técnico blanquiazul. Cualquiera de las combinaciones posibles resta solvencia a la retaguardia y ofrece dudas. En el caso de Alberto, porque apenas ha coincidido con Mauro; y en el de Carlos Ruiz, por su larga inactividad.
3) La doble N. No es seguro que los dos sean suplentes, pero el derbi de este sábado supone una inmejorable oportunidad para que se reivindiquen los dos buques insignia del proyecto tinerfeñista: Nano y Naranjo. El primero de ellos marcó en la única victoria a domicilio de la temporada; y el segundo ha de demostrar hambre en su primer derbi canario, tras perderse el de la primera vuelta por una tarjeta difícil de explicar. En medio de una sequía anotadora acuciante, que sitúa al Tenerife entre los conjuntos menos realizadores del torneo, hacen falta sus goles.
4) Sin presión. Se supone que Las Palmas partirá en una posición ventajosa porque jugará liberada de urgencias clasificatorias. Los tres puntos que sumó frente al Lugo -además con una muy reluciente imagen- le ha valido para alimentar su autoestima y para firmar su permanencia casi virtualmente. Con nueve puntos de margen sobre el descenso, su salvación es casi un hecho. Así que se prevé que el cuadro de Mel no tenga la presión que sí tendrá que soportar el Tenerife, que además tendrá una doble responsabilidad porque juega en casa.
5) Los antecedentes. La principal motivación amarilla es brindarle una alegría a su sufriente parroquia, ávida de razones para el entusiasmo en una temporada repleta de calamidades. De paso, los de Pepe Mel se proponen quebrar su particular tendencia en los derbis canarios, que en los últimos tiempos han tenido color tinerfeñista. Son ya 19 los años sin ganar en el Heliodoro, así que los grancanarios avistan una oportunidad inmejorable para dar un golpe de gracia a su acérrimo rival de siempre. Como hizo el Tenerife en el derbi de Primera en territorio amarillo con un gol de Marioni en el Insular (0-1) que aún escuece.
6) Maikel Mesa. En partidos como éste siempre se alude a la ración extra de ilusión que comporta para los que juegan en una orilla diferente a la que nacieron. Es el caso del lagunero Maikel, que tendrá sentimientos encontrados. Tal vez se le pite en el Heliodoro por algunas inoportunas declaraciones en las que no ha hecho sino insistir. Pero su única vocación (seguramente desde el rol de suplente) sea firmar su propio día de gloria en la isla que nació. Sería la mejor manera para redimirse de una campaña especialmente difícil para el ex de Osasuna y Nástic.
7) Los primeros minutos. Con la atmósfera y las galas de las grandes ocasiones, se sobreentiende que el Tenerife saldrá a morder, espoleado por los ánimos de su hinchada. El derbi canario es una auténtica liturgia para la feligresía del Heliodoro, especialista en teñir su estadio con el mejor ambiente posible hasta convertirlo en una caldera en días como éste. Los compases inaugurales se prevén fundamentales, con el ánimo de marcar territorio por parte del Tenerife, que quiere empezar el envite con afán de gobierno. Para tal misión se encomienda a Milla, capitán general del equipo.
8) ADN canario. Cuenta Oltra que en estos partidos los futbolistas canarios están motivados de forma especial, seguramente porque se han criado en la cultura de que en el derbi por antonomasia del Archipiélago se juega por el orgullo de una isla. En el Tenerife son multitud los canteranos que serán de la partida. Desde un Dani que vivirá su primer clásico en el Heliodoro hasta un Nano ávido del acierto que el devenir de la temporada le ha ido negando. La cita se presenta como una oportunidad para los dos, que quieren quitarse el mal sabor de boca de partidos pretéritos; lo mismo que Alberto, con serias opciones de ser titular. Pero tal vez quien mejor se prepare estos duelos sea Suso, el gran héroe de la primera vuelta.
9) Ni pasarse ni quedarse cortos. Nunca ha perdido el actual entrenador blanquiazul contra la Unión Deportiva. Avezado especialista en este tipo de duelos, sabe motivar a los suyos mejor que nadie. La clave para dar en estos derbis el mejor nivel posible es no pasarse de revoluciones ni quedarse cortos. Son muy sonados los casos de aquellos futbolistas a los que la ansiedad les ha jugado una mala pasada en estos envites de máxima rivalidad. Pero prefiere Oltra que se pasen antes que se queden cortos. Dormirse en los laureles está prohibido.
10) ¿El empate? Parece claro que la 'equis' en el Heliodoro no es un resultado aceptado de antemano por ninguno de los dos contendientes. Pero conforme se desarrolle la partida, tal vez sea un mal menor para ambos representativos canarios. Al Tenerife le permitiría aplazar sus deberes y mantenerse una semana más fuera de los puestos de descenso, aunque es un resultado que le mantendría en el alambre casi hasta el final de la liga. Y en cuanto a Las Palmas, sería perder una gran oportunidad de estrechar lazos con su afición, que quiere de su equipo que dé guerra. Llegado el día D, se acabaron las argumentaciones, las tesis y los circunloquios. A las siete y media de la tarde del sábado 4 de mayo, habla el balón. El derbi dictará sentencia.