El CD Tenerife empata ante el Racing de Santander en uno de esos partidos en los que el punto no sabe a nada, más bien sabe a derrota. Un encuentro en el que el equipo de López Garai jugó muy bien durante gran parte del partido y que los errores individuales lo condenó en el tiempo de descuento.
El gran señalado del partido, pitado por la afición, fue el canario Alberto. El técnico del CD Tenerife apostó por él en el centro del campo y no por Aitor Sanz y un error suyo en la salida de balón, condujo más de lo necesario, dio pie al primer tanto del Racing de Santander. A partir de ahí fue pitado por la grada durante todo el partido.
Ortolá tampoco estuvo afortunado. No al parar, imparable los tres goles cántabros, sino en la salida de balón. Varios errores llevaron el 'run-run' a la grada. Por último, error imperdonable el de Mazán en la última jugada del partido. El lateral cometió una falta infantil a un rival que estaba en línea de banda y de espaldas a la portería. La consecuencia fue una falta al área y el gol del empate final.
El gran señalado del partido, pitado por la afición, fue el canario Alberto. El técnico del CD Tenerife apostó por él en el centro del campo y no por Aitor Sanz y un error suyo en la salida de balón, condujo más de lo necesario, dio pie al primer tanto del Racing de Santander. A partir de ahí fue pitado por la grada durante todo el partido.
Ortolá tampoco estuvo afortunado. No al parar, imparable los tres goles cántabros, sino en la salida de balón. Varios errores llevaron el 'run-run' a la grada. Por último, error imperdonable el de Mazán en la última jugada del partido. El lateral cometió una falta infantil a un rival que estaba en línea de banda y de espaldas a la portería. La consecuencia fue una falta al área y el gol del empate final.
