El último antecedente marcó un registro difícil de igualar: 17.064 espectadores. Fue la cifra de asistentes a la victoria blanquiazul ante la UD, con tantos de Cristo Martín y Aridane (2-1), con remontada incluida. Antes, más de 18.000 aficionados acudieron a la última gran goleada que se produjo en el marco del clásico canario por antonomasia (3-0), con doblete de Ayoze Pérez en el Rodríguez López.
El club ha fijado precios elevados para la cita del sábado, que será ofrecida en abierto por Televisión Canaria. Los abonados tienen opción de adquirir entradas para acompañantes a tarifas reducidas, pero de momento no hay síntomas que inviten a la esperanza. Ni al lleno. En todo caso, desde el Tenerife harán un público llamamiento a su afición para que acuda al rescate de su equipo en uno de los momentos más espinosos de la temporada. Puede ser el clásico más angustioso y decisivo de los últimos tiempos.
José Luis Oltra, que nunca ha perdido un derbi contra Las Palmas, enfila el partido en una situación de extrema necesidad. El Tenerife apenas suma 40 puntos en la clasificación y necesita los tres del próximo sábado para acercarse a la permanencia. Desde el clásico que antecedió al descenso a Segunda de ambos representativos -el del gol de Marioni- nunca antes hubo tanta angustia alrededor de un partido entre blanquiazules y amarillos.