"Si salimos a especular, nos pintan la cara". A tenor de las declaraciones de Milla, cabe pensar que el representativo saldrá como en su último partido. Que su equipo sea competitivo y fiable es la principal obsesión de Luis César, que ha ido tomando notas del rendimiento de los suyos ante Elche (derrota por 3-0) y Real Oviedo (victoria por 2-1) para conformar su tercera y penúltima alineación de la temporada.
Los últimos ensayos apuntan a la reubicación de Alberto como central y la incorporación al once de Undabarrena, opción más solvente que Racic, cuyo rendimiento (y actitud) se ha ido difuminando con el tiempo. La gran duda es quién será el recambio para Suso, que se había convertido en un hombre insustituible para todos los entrenadores de la temporada. Su combatividad y compromiso están fuera de toda duda, hasta el punto de que pensó en aplazar su operación para poder jugar ante Lugo y Zaragoza. Tayron y Montañés opositan a la vacante, aunque también hay opciones de que ingrese Isma López en el once inicial.
El Lugo jugará ante una caldera a presión, lleno su estadio (entradas a un euro) y agradecida su feligresía por la reacción exprés de la mano de Eloy, que ha vuelto a conformar un equipo seguro atrás. Sus números lo dicen todo. Ahora bien, conforme avance la contienda tal vez a ambos equipos les baste el empate y puedan contemporizar. Será una tarde de transistores -o smartphones- y en la que albivermellos y blanquiazules jugarán también en el Tartiere. Con trayectorias paralelas a lo largo de un año para los horrores, para ambos planteles es un alivio poder llegar al epílogo ya salvados. Ese es su objetivo, despachar la salvación de ambos este domingo y no alimentar el drama de una última jornada a la que nadie quiere llegar con tareas pendientes.