Tribuna Alta: 'Jorge Sáenz', por Manoj Daswani

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Jorge ante el Zaragoza
Jorge ante el Zaragoza

La sensación fue la misma que cuando un familiar nos cuenta que va a ser padre o un amigo nos dice que ya consiguió el trabajo que andaba buscando. Las redes sociales escupieron la noticia: Jorge Sáenz, convocado por la sub 21. Y nos invadió una satisfacción colectiva porque todos (sin excepción) nos alegramos de forma sincera. Los motivos son varios. Porque indiscutiblemente se lo merece, porque el trabajo duro ha tenido recompensa, porque la convocatoria con la selección alivia la sensación de severa injusticia con él, porque su presencia con los mejores supone que ya le valoran fuera y porque Jorge es uno de los nuestros.

Si algo tiene de especial la llamada de Albert Celades al futbolista con más futuro y mejores perspectivas de la plantilla del representativo es que trajo consigo un alegrón colectivo. Suyo, pero también de su familia (tan de fútbol), de los amigos a los que contaba de niño sus historias de pelota y portería, de sus compañeros de vestuario, de los técnicos que le curtieron, de los profesores que le vieron crecer en el patio de Las Dominicas, de los dirigentes que le cuidaron para que no se fuera y, también y de forma especial, de los aficionados que le seguimos y admiramos.

De Jorge nadie te hablará mal. Porque sería imposible. No hay reproche que hacerle ni mal gesto que afearle. Más bien al contrario, su trayectoria de futbolista ha sido una sucesión de decisiones acertadas, obstáculos franqueados y metas superadas. Le falta el ascenso, que no se cancela sino se aplaza; y jugar en Primera, que lo logrará con o sin el Tenerife.

Para definir al Jorge persona se agotan los calificativos. Lo hacemos desde la admiración. Por su forma de ser, su manera de comportarse, su talante para afrontar las críticas y su compostura -nunca perdida- ante las situaciones difíciles como la suplencia permanente que sufrió con Agné. Del Jorge futbolista, basta con decir que no es ninguna locura (a sus 20 años) hablar de este central sobrio, solvente y con unas impresionantes capacitaciones técnicas como un futuro defensa de la selección absoluta, un candidato a engrosar las filas de un transatlántico (español o europeo) y un aspirante a hacer de este Tenerife un proyecto todavía más grande.



Jorge ante el Zaragoza Jorge es admirable tanto dentro como fuera del terreno de juego | @Jacfotografo

Por estos y otros muchos motivos, el viernes nos alegramos tanto como si a la selección fuese un hermano, un primo o un amigo nuestro. Dejamos atrás la impresión de que en Canarias estamos tan lejos que a los técnicos y federativos se les olvidaba que en el Heliodoro crecía a pasos de gigantes un central con hechuras de Primera, que se come los retos a dentelladas. ¿Se acuerdan? Dijo Andone que Sáenz había sido el central que mejor le había marcado. Y ya no es casualidad que otros delanteros 'top' lo repitan, tal cual, porque el Jorge rival te agota la paciencia, te saca de quicio y te mina la moral.

El viernes fue un gran día. Para celebrar que Jorge irá con los mejores. Pero también para recordar el compromiso de un futbolista así con un equipo como el nuestro. Es evidente que ha tenido una y mil opciones de salir; que tiene un agente (René Ramos) que pudo haberle colocado allá donde su representado quisiera; y que, sin embargó, se quedó. Lo hizo con determinación, como siempre. Pero con esa misma serenidad que nos permite estar tranquilos si Jorge juega. Dentro y fuera del campo, es la suya una huella imponente. Ahora también, una huella internacional. Jorge está de enhorabuena. Todos estamos de enhorabuena.



La llamada de la selección es el premio al buen trabajo del central | @Jacfotografo