En una época donde los clubes de fútbol cada vez buscan jugadores más jóvenes y muchos talentos se endiosan antes incluso de afeitarse, Enric Gallego ha recorrido el camino contrario. Primero se hizo futbolista y, a fuerza de jugar, se convirtió en profesional. Desde sus inicios en el Espanyol B pasó por un periplo que le llevó al Cornellá, al Badalona y al Olot. A los 31 años encontró el premio a la constancia cuando lo fichó el Extremadura y debutó en Segunda División.
Quizá por su tardío debut profesional, Gallego solo piensa en "seguir disfutando día a día". Tal vez siente que el fútbol le debe algunos años más pero probablemente sea tan solo cuestión de pasión, la misma que le impulsó a seguir más allá de la treintena cuando aún no había percibido un salario de futbolista profesional. "No miro el final de mi carrera porque me encuentro bien y quiero seguir disfrutando de esto todos los años que pueda", manifestó el de Bon Pastor.
De Segunda B a Primera, en unos meses
En sus veinte primeros partidos como profesional en la categoría de plata anotó 15 goles (entre ellos un hat-trick frente al Rayo Majadahonda y un poker al Reus). Su espectacular rendimiento despertó el interés del Huesca, que en aquella temporada 2018-19 jugaba en Primera División. En apenas unos meses, Enric pasó de jugar en Segunda B a debutar en la máxima categoría con el cuadro altoaragonés.
Curiosamente esa temporada quedó como tercer máximo goleador de Segunda con sus 15 goles (los mismos que logró Rubén Castro ese año con Las Palmas) pero conseguidos exclusivamente en la primera vuelta. En media temporada en Primera División con el Huesca marcó cinco goles y despertó el interés del Getafe, donde coincidió con Ángel. Tras algunas temporadas alternando Getafe con Osasuna, Enric llegó al Tenerife en el curso 2021-22.
Valorar lo que costó llegar
"Miro para atrás para valorar adonde estoy y lo que costó llegar. Nunca es tarde, hay que trabajar con ilusión y a veces los sueños se cumplen. Llegué al futbol profesional con 31 años, así que sigo disfrutando", valoró Enric Gallego en la comparecencia donde anunció oficialmente su ampliación de contrato junto a Mauro Pérez.
De momento, Enric tiene asegurada la presente temporada "en la que renovó automáticamente por su rendimiento", según recordó Mauro y la próxima, que acaba de firmar. "Cuando llega una determinada edad, trabajamos año a año. En función del rendimiento del próximo año, volveremos a sentarnos", avanzó Mauro Pérez "No miramos el DNI, solo el rendimiento y Enric está a un muy buen nivel porque el estilo de juego del equipo le ayuda muchísimo", analizó.
Animal competitivo
Para Gallego estos trámites de renovaciones y demás formalismos no son lo suyo. A él lo que le gusta es el césped. Por eso después de los agradecimientos pertinentes "a Mauro, a Juan y al club en general por la confianza que tienen en mí", Enric ya se centró en la semana que el equipo tiene por delante. Lo de la renovación fue "fácil porque estoy aquí muy feliz, haa sido hablar dos cosas y ponernos de acuerdo. Aquí es donde quiero estar", zanjó.
Vienen tres duelos en una semana, todos fuera de casa. Primero visita al Elche, luego al Compostela y después al Valladolid. "Hay plantilla para competir los tres partidos. Vamos convencidos de que los dos partidos de Liga son clave para estar arriba y uno de Copa que lo vamos tomar con la máxima humildad porque aunque el rival está en otra categoría, si no compites, el partido se pone cuesta arriba", analizó Gallego.
Sobre el objetivo con mayúsculas de la temporada, Enric reconoció que "el equipo está haciendo muy buenos partidos pero sabemos de la difilcultad del ascenso". A continuación recurrió "al tópico de ir partido a partido, así que solo pensamos en Elche para seguir compitiendo de la misma manera. Todo sea por seguir marcando, ganando y dando alegrías a esta afición, al menos hasta junio de 2025.