Por novena vez consecutiva los aurinegros se han colado en la clasificación para la Copa del Rey, una competición que este año tiene una especial trascendencia al volver a instalar sus infraestructuras en las islas Canarias. Es la decimosegunda ocasión en la que el CBC luchará por la Copa, ya que además de clasificarse sin excepción entre 2017 y este 2025, participaron en las ediciones de 1987, 1988 y 2014. Esta entrada se produce tras una temporada espectacular del club tinerfeño, pugnando en la parte más alta de la tabla de la liga Endesa y permaneciendo actualmente en la cuarta posición, por debajo del Real Madrid, el Valencia y el Unicaja.

Fue precisamente el pasado mes de diciembre cuando los canaristas se enfrentaban a un Valencia conmovido por la Dana en un partido aplazado y que había tenido incluso visos de no llegar a celebrarse. Debido a las terribles consecuencias de la riada, el encuentro no se disputó en octubre y los jugadores pasaron casi dos meses a la expectativa de poder clausurar un choque decisivo, teniendo en cuenta cómo se hallaban los marcadores en aquel momento.

Finalmente, fueron los valencianos quienes arrebataron el triunfo por 96/81. El equipo de Pedro Martínez sumaba una victoria más que los aurinegros, igualando al Unicaja, pero mostrando mejor desenvoltura en el balance general.  La Laguna tuvo un inicio potente y prometedor. Llegaron a tener el dominio durante buena parte del partido, con un 17/27 en el inicio del segundo cuarto tras los primeros diez minutos. El momento clave se produjo justo antes del descanso: a la vuelta de vestuarios, los valencianos rascaron un parcial de 10/0 que funcionó como trampolín para implantar una diferencia abrumadora e irrecuperable. David Kramer trató de liderar la reacción de La Laguna Tenerife, pero sus 18 puntos no fueron suficientes. Aun así, el jugador alemán fue el mejor visitante junto a Marcelinho Huertas, autor de 21 puntos y 8 asistencias.

Los aurinegros tienen ahora como misión principal mantener el tipo, mostrar su mejor versión en la Copa del Rey y afrontar varios rivales conocidos, como el UCAM Murcia. El recorrido de la Liga 25 no puede tener mejor pinta en un año muy especial para el baloncesto canario, cuando las islas recibirán el foco y la visita de cientos de aficionados.

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La Copa del Rey, a Gran Canaria

Fue en el mes de junio cuando la ACB y el Cabildo de Gran Canaria alcanzaban el acuerdo para hacer que la Copa del Rey de Baloncesto retornara a la isla este 2025, siete años después de la última edición y por cuarta vez en su historia.

El presidente de la ACB, Antonio Martín, y Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, presentaron el acuerdo en la misma pista en la que se celebrará la final del título, el Gran Canaria Arena.  “La Copa del Rey es calidez y cercanía y eso lo consiguen las aficiones, no la ACB. La distancia geográfica no debe marcar la cercanía a esta isla que queremos transmitir. Vamos a intentar que esa distancia se vea aniquilada gracias a esa semana que vamos a estar aquí, porque cuando la gente disfruta todo el camino que lleva hasta la Copa, la Copa es un éxito”. De esta forma Martín dejaba implícito el mensaje de que la distancia geográfica no es un impedimento para que la afición pueda mantener esa emoción distintiva que genera el baloncesto. Una invitación a jugadores y aficionados para implantar la idea de que la pasión por el deporte es un sentimiento capaz de vulnerar cualquier frontera física. “Sabemos cómo aquí se acoge a la gente y cómo hacer que esa gente disfrute. Sólo tengo palabras de agradecimiento por todo lo que ha hecho el Cabildo para tener esta Copa del Rey” añadió.

Gran Canaria 2025 acogerá los siete partidos que decidirán el título de la Copa del Rey, pero también la fase final de la Minicopa Endesa, una visibilidad de las islas cada vez más global que a través del deporte también puede incentivar el empuje turístico nacional e internacional. El CBC ha conseguido casi de forma matemática colarse en la fase final del torneo que se disputará del 13 al 16 de febrero tras vencer al Surne Bilbao Basket por 86/75. El equipo de Txus Vidorreta llega con un bagaje de excelentes estadísticas para jugar un gran papel en la Copa del Rey: en las últimas cuatro ediciones el cuadro lagunero siempre ha superado la primera ronda, llegando a semifinales en 2018, 2019, 2021, 2022 y 2024, y vistiéndose de finalista (subcampeón) en Badalona 2023.

Próximos desafíos

Para seguir manteniendo esa cuarta posición en la tabla y afianzar el ascenso al triunfo, La Laguna debe superar algunos escollos en encuentros venideros, nada sencillos. Algunos rivales son viejos conocidos y esto puede ser un arma de doble filo: los técnicos ya han podido ver tanto las costuras como los amarres del contrincante, pero el estudio de los aciertos y errores del contrario siempre es bidireccional. Se anotan los unos y se aprende de los otros.

Vidorreta, el entrenador aurinegro, tiene bien aprendida la lección frente al UCAM Murcia. Ya les ganaron en diciembre y tendrán que verse las caras de nuevo en febrero. El conjunto tinerfeño sacó adelante con solvencia, de la mano de Marcelinho Huertas, un partido complicado ante el entonces vigente subcampeón de la ACB. El UCAM permanece de momento en posiciones intermedias de la tabla, pero aquel partido fue toda una declaración de intenciones.

Vidorreta también tuvo sus momentos de elocuencia al afirmar entonces que “Hemos empezado muy bien a nivel defensivo siguiendo el plan previsto, trabajando con intensidad en las líneas de pases y consiguiendo dos robos para tomar ventajas. Nos ha condicionado los fallos en los tiros libres de nuestros pívots pero la defensa del segundo cuarto fue buena y nos pusimos ocho arriba, pero el Murcia apretó las líneas de pases y nos fuimos al descanso con uno abajo cuando habíamos dominado los dos primeros cuartos. (...) Cuando peor se ponían las cosas el equipo se vino arriba con aportación de Scrubb y logramos un parcial importante y sentenciamos el encuentro”. Los canaristas abrirán el mes de marzo enfrentándose al Joventut de Badalona, un equipo estable que supone también un reto al medirse muy de cerca en el ránking, empatados a 18 puntos con el conjunto de las islas.

Mantener el tipo del estreno

Dado el buen hacer del conjunto y la aparentemente gloriosa trayectoria en esta Liga, se podría pensar que lo único o poco que debe hacer La Laguna es sostener la calidad demostrada en todos los partidos clausurados. Es cierto que muy mal se tendría que dar para que, por lo menos, el equipo mantenga esa cuarta posición o tenga incluso posibilidades de pisar el podio. Se trata de una formación enérgica y decidida que ya en su debut liguero ponía todas las cartas sobre la mesa.

El mes de septiembre empezaban la temporada de manera brillante frente al Baskonia, sentenciando un marcador de 88/80, puntuando masivamente en un último cuarto de miocardio. El CBC mostraba todas las señas de identidad que se han venido repitiendo como un modus operandi en todos los encuentros y que evidencian que nos encontramos ante un equipo lleno de confianza y plenamente competitivo, con jugadores como Bruno Fitipaldo o Tim Abromaitis, capaces de anotar consecutivamente en segundos decisivos. 

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