Este fin de semana volvió la violencia a los campos de fútbol base canario. Durante el partido entre el Realejos y el Orotava B, de la categoría juvenil, un jugador agredió a un rival y lo agarró del cuello.
Los compañeros del agresor consiguieron separarlo de la víctima y evitaron peores consecuencias.
Los compañeros del agresor consiguieron separarlo de la víctima y evitaron peores consecuencias.