Un empate que no vale de mucho. El Tenerife de Álvaro Cervera hizo una muy mala primera mitad frente a un Deportivo que le superó en todo. En la segunda fase, el juego se igualó y llegaron las ocasiones, pero pudo ganar cualquiera de los dos equipos, que mostraron mucho corazón, pero el fútbol sólo surgió de los pies de algunos futbolistas coruñeses, sobre todo Yeremay y Soriano.

Una jugada de la primera mitad, cuando habían transcurrido 19 minutos, demuestra bien a las claras en qué situación se encuentra este Tenerife 2024-25. Aitor Sanz, pegado a la banda derecha, buscaba compañeros para desbordar. Waldo Rubio y Luismi Cruz, los dos extremos, pegados a esta zona, corrían hacia la misma dirección. Ninguno encontró el balón porque se chocaron en sus respectivas carreras y resultaron ambos lesionados, aunque sin consecuencias posteriores.

Dominio visitante

Así está este equipo, que en la primera fase del partido entregó el balón a un Dépor que dominó cómo y cuando quiso. Se pasó el noventa por ciento del tiempo en territorio local, ocasionó varias jugadas de gol, incluido un penalti que Yeremay envió al larguero.

El Tenerife había pasado por primera vez durante el primer periodo el centro del campo con cierto tino. Ángel se metió en el área y fue derribado por Pablo Martínez. El Heliodoro y el propio jugador reclamaron la máxima pena, y el árbitro se fue al VAR.

Penalti

Lo curioso es que señaló penalti… a favor del Deportivo. Y es que, en la jugada previa, una mano de David Rodríguez en el corazón del área había pasado desapercibida para todos, excepto para Milla Alvéndiz, que comandaba las acciones del VAR.

Penalti que Yeremay disparó con una potencia excesiva y el balón se estrelló en el larguero. Se salvó el conjunto local, que seguía pasando apuros, los de siempre, con agujeros serios en su retaguardia que los numerosos centrocampIstas gallegos aprovechaban para crear oportunidades de adelantarse en el tanteo.

El entrenador deportivista, Oscar Gilsanz, dejó solo en punta a Bouldini, mientras que Mario Soriano se encargó de aumentar el número de efectivos en la zona ancha del terreno y dar claridad al fútbol del conjunto gallego. Fue una pesadilla para los locales, como las internadas por los costados tanto de Mella como del grancanario Yeremay Hernández.

El técnico local, Álvaro Cervera, no repitió la formación de los tres últimos encuentros de Liga Hypermotion, pues dio la titularidad a Luismi Cruz, que está teniendo una temporada nada acorde con sus cualidades futbolísticas por una u otra causa, lesiones y ausencias justificadas.

Fabio, titular

También utilizó por primera vez el entrenador ecuatoguineano al grancanario Fabio como titular, pero ninguna de las dos novedades le dio el resultado apetecido, porque el Tenerife estuvo casi siempre a merced de los deportivistas.

Sólo un cabezazo de Diarra, solo ante el meta Helton Leite, y un error del propio guardameta visitante, que no pudo aprovechar Ángel, fueron las ocasiones de un equipo blanquiazul que no encontró la forma de atacar a un muy buen Deportivo, dueño y señor de la situación.

La continuación comenzó como había transcurrido toda la fase inicial del encuentro. El Depor cercando la meta de un Tenerife que, poco a poco, se estiró y buscó crear algo de peligro, aunque con poco acierto.

Contundencia visitante

Alguna internada de Luismi Cruz por la zona derecha del ataque local y un par de saques de esquina que nada aportaron al Tenerife en cuanto a efectividad se refiere. La defensa del Deportivo se empleó con la contundencia que no tuvo la retaguardia local, y así se dieron las cosas en los minutos previos a los cambios.

El primero en mover ficha fue el técnico gallego, que dio entrada a Barbero Mfulu en lugar de Bouldino y Petxarromán, con lo que Villares pasó a cubrir el lateral derecho de la zaga.

Entonces el partido se volvió loco, los dos equipos trataron de irse arriba con todo y se produjeron algunas ocasiones más o menos claras, como una internada de Villares que pisó área y se encontró con los pies de Badía, y un disparo de José León que desvió Helton Leite.

En estos momentos parecía que cualquiera podría desnivelar la balanza, porque el Tenerife aprovechó el intercambio de golpes para acercarse algo más a la zona caliente del Deportivo. Había esperanza de triunfo.

Protestas

A pesar de la evidente mejoría en el juego del CD Tenerife en el segundo acto, la grada del Heliodoro comenzó una protesta que se recrudeció a medida que pasaban los minutos y el gol no llegaba.

Para colmo de los males del conjunto local, a los 73 minutos se lesionó el francés Jeremy Mellot y Cervera tuvo que recurrir a un jugador del segundo equipo, César Álvarez, que ocupó el lateral derecho y, nada más entrar, un centro suyo a punto estuvo de ser rematado por Maikel a la red. No fue así y el empate no se alteró.

Cuando sólo restaban diez minutos para la finalización del partido, el Tenerife intensificó su acoso a la meta de Helton y un centro de Luismi Cruz desde la banda derecha, después de una jugada con sello propio del andaluz, fue cabeceado por Yusi Diarra, pero respondió el meta deportivista con una excepcional estirada. Pudo ser el 1-0.

Gauto lo tuvo en el 91, en un contragolpe rapidísimo, en medio de un acoso total del Tenerife en busca del gol del triunfo. Pero ni uno ni otro. Nada de nada. No hubo goles y este resultado es un paso más de los tinerfeños hacia el abismo de la Primera RFEF.

Ficha técnica

CD Tenerife: Edgar Badía, Mellot (César, min.73), Sergio González, León, David Rodríguez; Fabio, Aitor Sanz (Bodiger, min73); Waldo Rubio (Maikel Mesa, min.64), Diarra, Luismi Cruz, y Ángel (Enric Gallego, min.64).

RC Deportivo: Helton Leite; Petxarromán (Mfulu, min54) (Jaime Sánchez, min.87), Vázquez, Martínez, Ximo Navarro; Jurado, Villares, Mella (Juan Gauto, min.76), Yeremay; Soriano y Bouldini (Barbero, min. 54).

Árbitro: José Luis Guzmán Mansilla, del Comité Andaluz, ayudado en el VAR por el también andaluz Luis Milla Alvéndiz. Amontestó a Bouldini (min.19), Petxarromán (min.40), Maikel Mesa (min.66).

Estadio Heliodoro Rodríguez López, con capacidad para 23.000 espectadores. Acudieron a las gradas 11.214 aficionados.