La maldición del campo de La Palmera

El Ayuntamiento de Granadilla se opone a la reforma del campo para evitar inconvenientes a los mismos usuarios que podrían beneficiarse de la remodelación

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Entrenamiento de la UD Granadilla Tenerife en el estadio de La Palmera./ Twitter UDGT.
Entrenamiento de la UD Granadilla Tenerife en el estadio de La Palmera./ Twitter UDGT.

Hace más de un año, en abril de 2022, la UD Granadilla Tenerife y el ayuntamiento anunciaron un acuerdo para reformar La Palmera, el campo donde el club tinerfeño juega como local. La profesionalización del fútbol femenino bajo la marca Liga F exigía nuevas instalaciones y para ello el Consejo Superior de Deportes (CSD) destinó una subvención con carácter finalista de 1,4 millones de euros para que el Granadilla pudiera renovar el césped, la iluminación, los vestuarios y los videomarcadores. Adicionalmente, el consistorio anunció la construcción de una ciudad deportiva con dos campos anexos en las inmediaciones de La Palmera.

Pero con la llegada del nuevo grupo de gobierno municipal, liderado por la alcaldesa Jennifer Miranda, la situación ha dado un giro inesperado. En un comunicado la regidora argumenta que prioriza "la práctica deportiva de los casi quinientos niños y niñas usuarias del campo frente la inhabilitación del campo para las obras de la UD Granadilla". Además el ayuntamiento asegura que la decisión de no autorizar las obras se basa en "informes técnicos municipales, que establecen que la cesión del campo por parte del Gobierno de Canarias al Ayuntamiento se justifica, exclusivamente, en el interés social y general de los ciudadanos del municipio".

El problema radica en los plazos ya que las obras deben estar terminadas antes de final de año y la negativa del ayuntamiento aboca al Granadila a perder la cuantiosa subvención del CSD, que solo puede justificarse en caso de que se acometa la reforma. Así, desde el club indican que no esperaban la denegación del permiso por parte del consistorio y "es una faena para la UD Granadilla y para el municipio también porque se pierde una cantidad de dinero importante para reformar el campo, que sigue siendo de propiedad pública, e iban a disfrutar tanto el Granadilla como el resto de equipos que utilizan la instalación".

Césped artificial

En principio se planeaba la instalación de césped natural pero esta idea se encontró con el rechazo de los otros clubes que entrenan en La Palmera, ya que podrían haberse visto desplazados a los campos anexos proyectados, que sí hubieran sido de césped artificial. En este sentido, fuentes de la UD Granadilla admiten que "al principio se barajó la posibilidad de césped natural pero, a raíz de la problemática con el resto de equipos, se decidió cambiar a un césped artificial de última generación aprobado por la FIFA".

En cuanto a los inconvenientes por las obras, indican que "lo que impediría el uso del campo sería el cambio del césped pero, una vez cambiado, ya se puede utilizar". Para la renovación del verde estaban "previstas unas seis semanas" por lo que "si se hubiera empezado con tiempo suficiente, ya estaría terminado antes del inicio de las competiciones oficiales". Posteriormente podría acometerse la renovación de las casetas de vestuarios, la iluminación (necesaria para los partidos televisados en horario de tarde), así como el videomarcador. Desde el club también señalan que se "ha enfocado como una elección entre los 500 niños o la UD Granadilla Tenerife pero, si se mira con visión de futuro, todos los usuarios del campo -tanto Raqui San Isidro, como Esmugran y UD Granadilla- íbamos a ser beneficiarios de las mejoras".  

Falta de diligencia o revanchismo

Según indica el Ayuntamiento de Granadilla “la falta de diligencia del anterior gobierno ha tenido como consecuencia que las obras de mejora del campo supongan dejar sin alternativas a cientos de niños y niñas del municipio, algo que el anterior alcalde estuvo dispuesto a hacer, pero yo no”, afirma la alcaldesa socialista Jennifer Miranda. Desde el actual grupo de gobierno municipal señalan que el anterior alcalde dispuso de "un año y medio para autorizar las obras sin perjudicar al resto de usuarios de la instalación pero no quiso asumir la responsabilidad de tomar decisiones.”

Por su parte, el anterior regidor y actualmente portavoz de CC en el municipio, José Domingo Regalado, insta al nuevo gobierno local del PSOE y PP a que tenga “altura de miras” para que el municipio “no pierda la subvención millonaria que beneficiará a los usuarios y las usuarias de La Palmera”. Según comenta, "la actitud del nuevo gobierno denegando las obras de mejora de las instalaciones del campo de fútbol La Palmera por valor de 1.379.031 euros, es incomprensible y fruto del revanchismo" por lo que "no se puede entender como la actual regidora prefiere que se pierda una subvención otorgada por el Consejo Superior de Deportes, con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia".

Ciudad Deportiva, Heliodoro u otros campos

La cesión por parte del CD Tenerife y el Cabildo de los campos de la Ciudad Deportiva Javier Pérez de Geneto se planteó hace unas semanas como solución provisional para las dos primeras jornadas de Liga F, cuando se esperaba que concluyera la reforma de La Palmera. Ante la paralización del proyecto, el Granadilla podría empezar la competición en su campo habitual pero los problemas llegarían a partir de 2024, debido a que La Palmera no cumpliría con los estándares exigidos por la competición.

Por otra parte, el Heliodoro podría ser un escenario alternativo dado que la Liga F exige jugar dos partidos por temporada en grandes estadios, con lo que el Granadilla solicitará el uso del recinto capitalino para recibir al FC Barcelona y el Real Madrid. Aunque pueda ser una buena solución para estos grandes eventos, a priori la convivencia entre los dos equipos tinerfeños en un mismo estadio parece compleja dado que deberían coordinarse las fechas y horarios de dos competiciones distintas, es decir, LaLiga Hypermotion (o Segunda División masculina) y la Liga F (o Primera División femenina).

Y así va pasando el tiempo, cada vez con menos plazo para acabar (y empezar) las obras, de manera que el club más importante del fútbol femenino en Canarias, y uno de los más relevantes a nivel nacional, desconoce si podrá seguir jugando en La Palmera a partir de enero. Allá por abril de 2022, cuando se anunció el proyecto ahora denegado por el ayuntamiento, el presidente Sergio Batista ya admitió que la entidad estuvo "a punto" de marcharse a otro municipio para poder cumplir con los requisitos del campeonato.