Pina y Koko protagonizaron las primeras acciones de peligro para sevillistas y guerreras, con el mismo desenlace, y fue el Sevilla el primero en anotar gracias a su jugadora más activa en ataque, la mencionada delantera, con un disparo por bajo a los diez minutos de juego y poco después de exigir a Aline Reis con otro disparo similar.
Lejos de amilanarse, las guerreras se estiraron en busca del empate, con Martín-Prieto y Koko como principales armas ofensivas. Tras un tramo sin ocasiones claras, Pisco disparaba alto y Allegra lo intentaba desde la media luna, señal de que la moral del equipo isleño continuaba intacta.
Unas pocas intentonas de unas y otras con el mismo resultado en área rival, dieron paso al pitido del descanso, y tras la reanudación, el Sevilla dio el primer aviso por medio de Pinel, circunstancia que activó a la UDG Tenerife.
En este sentido, a balón parado y con un certero cabezazo Natalia Ramos batió a su hermana Noelia cuando transcurrían 67 minutos. Una alegría azul y blanca que iba camino de prolongarse, dado que hasta tres ocasiones visitantes en apenas dos minutos bien pudieron cambiar el signo del partido.
La propia Natalia desde lejos, María José en una buena jugada colectiva y posteriormente Pleuler llegando en segunda línea gozaron de acciones claras de gol, pero tras dicho arreón Ana Franco rompía la igualada a la contra. Un tanto que a la postre resultó ser determinante.
El tiempo corría en contra de los intereses azules y blancos, pero las guerreras no dieron su brazo a torcer, fueron con todo a por el empate. Con Ana González sobre el verde, varios arreones traían consigo la esperanza de un nuevo resultado positivo para el equipo de Francis Díaz, pero el marcador no se volvió a mover. A pesar de la derrota, las guerreras llegan al parón navideño tras cosechar el mejor inicio liguero de su historia y ocupando una zona privilegiada de la Primera Iberdrola, codeándose con los mejores equipos de la élite.