Los alquileres desorbitados que tienen patas arriba el mercado inmobiliario de toda España suponen un lastre importante para las pequeñas y medianas empresas canarias a la hora de encontrar empleados. Muchos prefieren renunciar a una oportunidad laboral si la alternativa es trabajar en un municipio donde la mayor parte de su salario va a ir destinado a pagar la renta.

Enrique Hernández, presidente de la Plataforma de Empresarios de Canarias, apunta que si una compañía quiere contratar, por ejemplo, en Las Palmas de Gran Canaria, le va a costar captar el talento de personas que vivan en zonas alejadas como el sur. En especial, cuando se trata de puestos que implican de forma irremediable la presencialidad y el teletrabajo no es una opción viable.

Desplazamientos

“Si se trata de un empleado, de Mogán [que quiera ir a la capital] tendrá la problemática de desplazarse todos los días unos 120 kilómetros ida y vuelta. Es misión posible o muy complicado que ese trabajador encuentre una vivienda cerca de donde va a trabajar”, subraya.

Hernández pone sobre la mesa que en las islas capitalinas ocurre algo similar, porque desplazar trabajadores desde Arrecife (Lanzarote) o Puerto del Rosario (Fuerteventura) hacia poblaciones más alejadas supone todo un reto. “No existe esa movilidad laboral”, exclama.

¿Pagarles un plus?

“Tal y como está la situación, económicamente no puedes incentivarlos porque por mucho que lo hagas, ese plus que vas a meterle en la nómina por el desplazamiento, siempre va a ser muy inferior a los alquileres en el lugar donde trabajan”, destaca el representante empresarial.

Asegura que él lo ha vivido en primera persona. “He ido a contratar trabajadores de la zona sur para que trabajen en Las Palmas de Gran Canaria y no cogen el puesto de trabajo por eso mismo, por la problemática que tienen en el desplazamiento y vivir en la capital es imposible”, lamenta.

Mover talento

“No es la pieza angular, pero sí es un elemento bastante pernicioso y problemático a la hora de mover talento, a la hora de mover mano de obra”, reflexiona. “No es un problema que sea mortal de necesidad para las empresas, pero dada la situación en la que estamos viviendo es un elemento que va sumando, una suma negativa”, apostilla.

Cuenta que muchos trabajadores al principio creen que serán capaces de asumirlo, pero con el tiempo les pesan los largos trayectos. Incide en que hay gente que se ve obligada a pluriemplearse para poder pagar un alquiler. “Ya no estoy ni siquiera hablando de comprar una vivienda”, sostiene.

Multinacionales

Hernández comenta que las pymes no tienen la misma capacidad que las multinacionales a la hora de pagar alquileres a sus trabajadores. Señala que se trata de rentas “totalmente desorbitadas” fuera del alcance de cualquier plus que le pueda poner una pyme a un empleado con el objetivo de que acceda a una casa.

“Las grandes multinacionales vienen con sus con sus grandes cuentas y son capaces de decir: “Oye, quiero poner a un director de zona en Canarias, me da igual lo que cueste el alojamiento porque soy capaz de pagarlo sobradamente. Las pequeñas empresas no pueden hacerlo ni por asomo”, sentencia. 

Sector turístico

Apunta que se trata de una problemática también a la inversa, para encontrar trabajadores en el sur en el sector turístico. 

“Realmente donde son áreas que son superpobladas y tienen movimiento empresarial y económico alto, eso hace que los precios se disparen, porque la necesidad de los trabajadores hace que los propietarios de las viviendas incrementen los precios”, sentencia.