“Hay exceso de demanda y poca oferta”. Las palabras de Jorge Ojeda, gerente de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (ACEGI), reflejan el momento que vive el mercado de la vivienda en el Archipiélago. Asegura que cada casa en alquiler tiene en las Islas, de media, 50 candidatos. La cifra, al ser tan alta, provoca dolores de cabeza a los propietarios durante el proceso de selección.
Lo habitual es que los dueños de las casas quieran arrendarlas lo antes posible y, como todo en la vida, se debe priorizar. “Los propietarios hacen verdaderos cástines porque tienen donde elegir, así que una persona con los recursos justos hoy en día tiene un problema real para acceder a esos inmuebles”, apunta Ojeda. Pero la cosa no queda ahí. Subraya que —casi— siempre irán antes los funcionarios o quienes tengan una renta alta.
Porcentajes
Un informe del portal Idealista recoge que en Santa Cruz de Tenerife el 24% de los anuncios para arrendar un piso desaparece en menos de 24 horas porque alguien se ha hecho con la vivienda. La situación en Las Palmas de Gran Canaria es similar, aunque el porcentaje cae hasta el 14%. El experto en gestión inmobiliaria indica que la circunstancia se da también en la compra, aunque en el alquiler es más común.
“Estamos en una situación bastante boyante. Los bancos están prestando dinero, las familias tienen ciertos recursos y la administración puede apoyar planes de vivienda. Una persona podría acceder a la compra de una vivienda con relativa facilidad. Aún así, lo del alquiler sigue siendo algo que la gente lo toma como prioritario”, reflexiona.
"Una auténtica locura"
El hecho de que existan hasta 50 personas para optar a una casa en alquiler le parece “una auténtica locura” por lo que supone para el mercado inmobiliario de Canarias. Sin ir más lejos, uno de los principales inconvenientes a los que se enfrenta el Archipiélago es la dificultad de los jóvenes para emanciparse ante los elevados precios de las casas y los bajos salarios unidos a la precariedad.
Ojeda pone sobre la mesa que se da otro problema: “La inseguridad que tienen los propietarios a la hora de alquilar las viviendas, la inquiokupación es una realidad”. Todo apunta a que es un contexto en el que los caseros se sienten legitimados a la hora de ponerse exigentes con las condiciones de quienes quieren vivir en su propiedad durante un tiempo.
Menos recursos
El gerente de ACEGI incide en que así “se limita” a las personas con menos recursos. “Y démosles gracias a Dios que en Canarias no se estila tanto como en la Península pedir avales para alquilar un piso que te garantice una renta de seis meses o un año”, agrega. “Afortunadamente”, dice, “todavía en las Islas no hemos llegado a esa situación”.
El punto al que sí ha llegado el Archipiélago está relacionado con el auge de la vivienda vacacional. “Hay mucha gente que opta por alquilar su vivienda como piso turístico, sino por la inseguridad jurídica que existe”, señala. Lo mismo ocurre con el arrendamiento por habitaciones porque “la casa es tuya y si no paga se tiene que ir”.
Ley
“No hay”, incide, “una ley de arrendamientos urbanos que proteja al inquilino”. Resalta que si ocurre lo mismo, pero con un alquiler residencial del inmueble completo, en caso de que ocurra un problema el proceso se podría demorar hasta dos años como mínimo. Es el caso también del alquiler por habitaciones, al que se le saca una rentabilidad hasta de 1.500 euros.
Destaca que “cuanto más céntrica es la zona, mayor presión, y por lo tanto es bastante más complicado”. Comenta también que le han pedido soluciones al gobierno como asociación, así como a través de nuestra Federación Nacional de Gestores Inmobiliario o la CEOE. “Pero mientras tengamos una ley de arrendamientos urbanos y un código civil como los que existen, de momento es complicado”, sentencia.
