Los presupuestos de Canarias para 2026 están en plena tramitación parlamentaria. Alcanzarán los 12.491 millones de euros y, si bien no incluirán la promesa de la baja del IGIC, van a aplicar otras rebajas fiscales relevantes. Son unas cuentas que recalcan la incertidumbre y si bien tienen unas previsiones de crecimiento menores que las que recogen otros organismos, la consejera de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea, Matilde Asián (PP), rechaza pesimismo e insiste en la necesidad de aprobar unos presupuestos generales y recibir las transferencias que corresponden a Canarias.
-Prgunta: ¿Por qué las previsiones macroeconómicas que recogen los presupuestos son más pesimistas que las que manejan otros organismos como la AIReF?
-Respuesta: No sé por qué dicen eso. No es cierto, lo que dice la AIReF es que hay tantas perturbaciones internacionales que origina que haya mucha volatilidad y una dispersión en las previsiones y avala la previsión del Gobierno de Canarias. Yo no sé por qué se ha extendido esa idea de que son pesimistas, cuando el Gobierno de Canarias hace un triple escenario: central, optimista y pesimista. Hemos escogido el central, como siempre. De facto, el párrafo concreto que dice la AIReF (lee del informe): “Estas previsiones macroeconómicas se realizan en un contexto de alta incertidumbre y riesgos procedentes del entorno geopolítico, que ocasiona una alta volatilidad y una dispersión en las distintas previsiones. Asimismo, debe considerarse que las últimas cifras disponibles de la contabilidad regional de España son las referentes al año 2024, por lo que podría sufrir cambios. En este contexto, la elevada incertidumbre entorpece la elaboración de previsiones macroeconómicas y la planificación presupuestaria de las comunidades autónomas”. Tú puedes criticar que se pueda hacer un escenario optimista para poner unos ingresos que no son reales, pero poner un escenario pesimista para no prever ingresos parece que es un poco contrario a la técnica presupuestaria.
-La oposición cree que dibujan este escenario pesimista para no bajar el IGIC. ¿Se está excusando el Gobierno canario en un menor crecimiento para no aplicarlo?
-Es lo contrario. Si yo pongo un escenario optimista y tengo muchos ingresos, estoy, en el lenguaje de la oposición, creando unos ingresos artificiales que no van a existir. Si yo lo hago pesimista es que no puedo bajar el IGIC porque no voy a tener ni los ingresos. El primer requisito para poder bajar algún impuesto será tenerlos. Si yo preveo que no los voy a tener en el pesimista, lo veo un contrasentido in terminis.
-La CEOE de Tenerife también se ha mostrado crítica porque considera que estamos presupuestariamente hablando en un momento en el que sí se podría bajar el IGIC.
-Nosotros no podemos bajar el IGIC porque bajarlo en términos normativos, de acuerdo con la norma actual, consume gasto. Nosotros tenemos un incremento del presupuesto del 3,3%. Ese incremento permitido por la disciplina fiscal y por la regla del gasto lo puedes destinar a sanidad, educación, bienestar social o a reducir normativamente el IGIC o cualquier otro impuesto. En ese equilibrio nosotros estamos haciendo bajadas selectivas de impuestos, pero no podemos renunciar al mantenimiento y sostenimiento del Estado de Bienestar. Yo creo que, no digo que lo haga la CEOE de Tenerife, pero a veces se confunde ingresos y recaudación con capacidad normativa. Lo que impide la regla de gasto no es que tú reduzcas la recaudación, sino que modifiques la capacidad normativa. Es decir, hay mayor recaudación pero la regla de gasto impide que bajes los impuestos normativamente, que establezcas en una norma una bajada independientemente de la recaudación que se produzca. No se puede cambiar la norma a la baja porque consumiría gasto. El compromiso es que si el Gobierno de España cambia la normativa y la flexibiliza de acuerdo con la normativa europea y modifica la senda de consolidación fiscal de manera favorable para las comunidades autónomas, no nos exige tener superávit y nos flexibiliza la regla del gasto, entonces sí estaríamos en el escenario de bajar de una manera más amplia el IGIC.
-Aún así han aplicado modificaciones fiscales en las cuentas. ¿Qué criterios eligen para decidir qué se sube, qué se baja y qué no se toca?
-La bajada es importante, porque hemos introducido (para la compra de vivienda) tipos reducidos en el IGIC y en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). En el IGIC se ha elevado la edad de las personas que pueden acogerse a esta deducción desde los 35 a los 40 años. También el importe del inmueble, de 150.000 euros a 200.000 euros y, sobre todo, la base imponible de renta, ya que la renta máxima de las personas que se pueden acoger, antes de 24.000 euros, ahora permitirá beneficiarse al 90% del IRPF.n Estas mejoras también se han trasladado al ITP para la adquisición de vivienda usada y también seguimos deflactando la tarifa del IRPF y mejorando las deducciones. Lo que se ha aumentado es la tributación de las bebidas azucaradas, cuando tienen un porcentaje de azúcar añadido superior al 5%. Se ha aumentado también la tributación de las bebidas energéticas y del tabaco, porque el parámetro que tenemos es la protección de la salud.
-¿Cuánto peso tienen los fondos europeos en este presupuesto?
-El incremento del gasto con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) ha sido del 7%, y sin los fondos del 6,9%. Los MRR en el presupuesto de 2026 son 498 millones de euros y en el 2025 fueron 427 millones de euros.
-Estos fondos se van a finalizar en unos meses. ¿Qué escenario presupuestario va a haber cuando termine?
-Este plan surgió en la pandemia. La reacción que hubo en Europa fue totalmente contraria a la de la anterior crisis, en la cual se exigió una disciplina fiscal muy rigurosa. Cuando se produce la crisis de la COVID, la reacción es distinta, porque todos los países europeos estaban afectados. Hay un río de dinero importante que empieza en 2020, cuando también se liberó de la disciplina fiscal. En 2024 empieza ya la disciplina fiscal y en 2026 es cuando finalizará. Este es un problema. Ya se habla en Europa de una menor programación post 2027. Tendremos que adaptarnos al nuevo escenario europeo. Desde Canarias lucharemos para que no nos afecte o nos afecte lo menos posible.
-Sobre el escenario presupuestario nacional, ustedes son muy críticos, ¿qué cambiaría si hubiera Presupuestos Generales del Estado?
-Más que críticos, decimos lo que hay. El escenario es que no hay presupuestos, ni se ha fijado la senda de consolidación, no sabemos cuál es la capacidad de financiación que tendremos para 2026, ni el importe de la regla de gasto, y entonces lo que hacemos es coger lo previsto en 2023. Es una situación altamente preocupante. No se ha convocado el Consejo de Política Fiscal y Financiera y las comunidades autónomas somos totalmente dependientes del sistema de financiación autonómico, porque casi el 80% son transferencias del Estado. Si una comunidad autónoma empieza sin conocer las magnitudes que el Estado debe transferir, tenemos que decirlo. Hacemos ese ejercicio para eliminar incertidumbre porque no queremos potenciarla. Estamos luchando para que se hagan las transferencias del presupuesto prorrogado de 2025. Estamos viendo si se aprueba un decreto ley para Canarias, negociado por el presidente Fernando Clavijo en Madrid.
-¿Cuántos millones quedan por transferir del Estado?
-Cuando tú no haces el presupuesto tienes que recurrir a fórmulas legales para hacer llegar el dinero, porque el dinero lo tienes, la recaudación no se frena. Tienes que encontrar un vehículo jurídico para transferirlo a su titular. Si tú no haces un presupuesto, porque no tienes la capacidad de aprobar leyes, la cosa se complica. Los últimos datos de ejecución publicados oficialmente son de agosto: se habían borrado más de 200 millones de partidas para Canarias de los prorrogados y faltaban por remitir 800 millones de euros. El presidente ha acordado la remisión de las partidas más urgentes, las acordadas por el presidente en el decreto ley Canarias.
-¿Hay previsión de que se apruebe?
-Nosotros esperamos que sí. Ahora parece que se complica la actividad legislativa. Pero si en este decreto ley solo se pone lo de Canarias, no va a haber problema porque el Partido Popular lo va a apoyar.
