La gripe aviar ha vuelto a poner en jaque a buena parte del sector agroalimentario europeo. En España, las medidas de confinamiento de aves y el sacrificio de millones de ejemplares han elevado los precios de los huevos en las últimas semanas. Ante este panorama, ¿qué ocurre con la carne de pollo? ¿Se ha visto también afectada?
En el Mercado de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria, los carniceros aseguran que el pollo no se ha visto perjudicada directamente por la enfermedad, sino por un factor más lejano: los aranceles que en los últimos meses complicaron la entrada de carne de pollo brasileña en Europa.
Un problema de Brasil
“La gripe aviar no ha afectado al precio del pollo, fue más un problema los aranceles de Brasil que dificultó que entrara pollo a Europa. Eso ha hecho que el precio suba” —- explican desde la Carnicería Hermanos Ramírez —- “Se ha visto sobre todo en la pechuga de pollo congelada, que antes costaba tres euros y ya va por seis euros y pico. Lo hemos notado porque, además de en el Mercado, surtimos a piscolabis, bares, etc., y cada vez es más difícil”.
Desde la Charcutería-Carnicería-Pollería Hermanos Marrero coinciden: “No hemos notado la gripe aviar en el precio del pollo, pero sí nos han afectado las consecuencias de los aranceles de Brasil. Aunque es cierto que la subida no ha llegado ni a los dos euros”, señala una de las carniceras.
Prohibición
Los comerciantes canarios apuntan así a un hecho que ha marcado el mercado global en los últimos meses. En septiembre de 2025, la Unión Europea levantó la prohibición temporal sobre la importación de carne de pollo brasileña, que se había impuesto tras un brote de gripe aviar en el estado de Rio Grande do Sul en 2024. Durante casi un año, la exportación brasileña —una de las mayores del mundo— estuvo condicionada por controles sanitarios y aduaneros, lo que redujo la oferta en Europa y elevó los precios.
Aunque el veto fue levantado oficialmente este otoño, las consecuencias aún se sienten en el mercado europeo. El reajuste de las rutas comerciales, la escasez de stock acumulada y la lentitud de las importaciones han mantenido los precios del pollo en niveles más altos de lo habitual.
Percepción de los clientes
Mientras los profesionales hablan de dificultades en la distribución y de un encarecimiento en ciertos productos, los consumidores mantienen una percepción distinta. Rosa, compradora habitual del Mercado de Vegueta, confiesa que no ha notado grandes variaciones: “La verdad que yo no he notado esa subida. A veces está un poco más caro o más barato, pero tampoco me he dado cuenta de un cambio muy exagerado. Es la carne que más suelo comprar porque suele estar más barata”, comenta mientras carga sus bolsas.
Paula, otra clienta del mercado, coincide en su percepción: “No me he dado cuenta. Todo ha subido un poco con esto de la inflación. Es un producto que siempre compro y no suelo mirar el precio. Bueno, al menos no me he dado cuenta de una gran subida”.
Posibles efectos a futuro
El contraste entre el mercado del pollo y el del huevo es evidente. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, el precio del huevo se ha incrementado más de un 18 % en España durante el último año, debido al impacto directo de la gripe aviar en las granjas nacionales. En Canarias, los consumidores también han percibido un aumento significativo, especialmente en los formatos grandes y camperos.
Mientras tanto, la carne de pollo ha logrado mantener una relativa estabilidad, con subidas moderadas ligadas a la coyuntura comercial y no a la crisis sanitaria. Los profesionales del Mercado de Vegueta, no obstante, mantienen la prudencia. “De momento, la gripe aviar no nos ha tocado, pero estamos con un ojo puesto en lo que pase la semana que viene”, advierten desde la Hermanos Ramírez.
