El sector aéreo ha lanzado una seria advertencia: la falta de pagos del Gobierno a las aerolíneas por las subvenciones a los billetes de los residentes en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla podría derivar en la cancelación de rutas o la reducción de frecuencias con la Península.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) denuncia que la deuda acumulada hasta enero de 2025 asciende a 810 millones de euros, una cifra que podría dispararse hasta los 1.500 millones si la situación no se resuelve con unos Presupuestos Generales del Estado prorrogados.
Sin embargo, el Ministerio de Transportes asegura que la cifra asciende a 300 millones y no a 810, y niega que vaya a afectar al servicio.
¿Por qué se da esta deuda?
Según ALA, el Ejecutivo ha retrasado la liquidación de estos pagos durante 2024, lo que ha incrementado la presión financiera sobre las compañías que operan en estos territorios. A pesar de que en los presupuestos de 2023 se asignaron 560,81 millones para subvencionar el tráfico aéreo, la alta demanda ha superado ampliamente esta cantidad. Incluso con los 170 millones adicionales provenientes del Fondo de Contingencia, la deuda sigue acumulándose, dejando a las aerolíneas en una situación insostenible.
El sector teme que, si el Gobierno no actúa con rapidez para saldar las deudas, las aerolíneas no puedan sostener el nivel actual de operaciones. Esto podría suponer un golpe para los miles de residentes que dependen de estas rutas subvencionadas para viajar a la península, afectando tanto la movilidad como la economía de las regiones insulares y de las ciudades autónomas.
¿Cómo se paga?
Las aerolíneas gestionan las subvenciones a residentes enviando su programación mensual de vuelos a Aviación Civil, que revisa horarios y tarifas antes de autorizar la venta de billetes. Los pasajeros abonan el 25 % del precio, mientras que las compañías renuncian temporalmente al 75 % restante y se lo reclaman tanto al Estado como a la Comunidad Autónoma, ya que el primero sólo cubre el 50%.
Este proceso de liquidación suele demorarse entre dos y tres meses, lo que genera presión financiera sobre las empresas, aunque hasta ahora sin comprometer su viabilidad.
¿Qué es el descuento de residente en Canarias?
El sistema de descuento para residentes en Canarias en el transporte aéreo es una medida que ha sido clave para compensar la desventaja geográfica de las Islas Canarias, y ha evolucionado a lo largo de los años con el objetivo de facilitar la movilidad de los viajeros canarios hacia el resto de España.
En la actualidad, esta ayuda económica está financiada por dos administraciones: el Estado y el Gobierno de Canarias. En cuanto a los trayectos aéreos, el descuento es del 75% del precio del billete, con la excepción de los trayectos en barco entre islas, donde los residentes solo pagan la mitad del valor del pasaje.
¿Cuánto paga el Estado y cuánto Canarias?
Actualmente, el descuento para residentes canarios está en un 75%, de los cuales el Estado ha contribuido con el 50% del coste desde 2018 a través de los Presupuestos Generales del Estado. El 25% restante lo abona la Comunidad Autónoma.
El sistema de descuento para los residentes canarios en el transporte aéreo ha estado regulado por varias normativas a lo largo de los años. Los Real Decreto 1745/1998 y el Real Decreto 254/1997 son clave en la regulación de esta ayuda. Ambas normativas derivan de la Ley 19/1994, la cual modificó el Régimen Económico y Fiscal de Canarias.
Esta modificación de la ley tuvo como propósito facilitar la movilidad de los residentes canarios y compensar la separación geográfica de las islas, que históricamente ha afectado tanto su desarrollo económico como su acceso a servicios y recursos.
¿Siempre ha sido así?
El sistema de descuento para residentes en Canarias comenzó a aplicarse en 1994. En su inicio, el descuento cubría un 33% para los trayectos directos entre Canarias y la península, mientras que para los desplazamientos interinsulares dentro de las islas, el descuento era del 10%.
La medida no solo fue beneficiosa para los ciudadanos españoles residentes en Canarias, sino también para aquellos que, siendo residentes de otros Estados miembros de la Unión Europea, disfrutaban de los beneficios del descuento, alineándose así con los principios de igualdad y cohesión que rigen la política europea.
2015, año clave
En sus inicios, las subvenciones no eran tan amplias en términos de cuantía. Para los trayectos entre Canarias y la península, la ayuda económica estaba limitada: no podía superar las 13.500 pesetas para trayectos de ida o vuelta, y 27.000 pesetas para trayectos de ida y vuelta.
No fue hasta 2015 cuando el sistema de descuentos experimentó un cambio significativo. A partir de ese año, la cuantía del descuento aumentó al 50%, lo que permitió que los residentes canarios pudieran beneficiarse de una reducción mucho mayor en los billetes de avión, aumentando de esta forma la accesibilidad y reduciendo las barreras económicas para la movilidad.
