El Gobierno de Canarias transmitió su preocupación a finales de 2024 con el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur —Argentina, Brasil, Uruguay o Paraguay—. Advirtió que sería necesario hacer un análisis detallado sobre los efectos que podría tener para el sector primario de las zonas alejadas del continente como el Archipiélago, un asunto sobre el que se pronunció hace unos días el Estado para hacer un llamamiento a la calma.
El Ejecutivo central, en respuesta a una pregunta parlamentaria por escrito de la diputada de Coalición Canaria (CC), Cristina Valido, señaló que el trato con los cuatro países sudamericanos cuenta con “una cláusula de salvaguardia para las regiones ultraperiféricas”. Además, pone sobre la mesa que el impacto del acuerdo en Canarias es poco significativo al no existir importaciones de frutas y hortalizas frescas.
"Medidas de salvaguardia"
“Si un producto es importado en una de estas áreas desde Mercosur en régimen preferencial, en régimen preferencial, en cantidades tales que causen o amenacen causar un deterioro serio en su situación económica, la Unión Europea puede adoptar medidas de salvaguardia limitadas a la región afectada”, recoge el documento.
Se trata de unas palabras que pueden tranquilizar a quienes se mostraban escépticos con las posibles consecuencias. En cuanto a los productos ganaderos que se importan a las Islas desde las naciones que componen Mercosur son la carne de vacuno y el pollo, “que en su mayoría entran libres de derechos por el régimen específico de abastecimiento de Canarias”.
Dependencia de Asia
Merece la pena resaltar que José Luis Rivero Ceballos, catedrático en Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna (ULL), aseguró hace dos semanas en el Parlamento autonómico que ve el acuerdo beneficioso para el Archipiélago. Considera que se pueden abrir mercados de determinados segmentos de consumo, “no precisamente de precios bajos, sino relativamente altos”.
Pero la cosa no queda ahí porque apuntó que tras la pandemia se introdujeron las cadenas de suministros y la inflación. Una realidad que puso en relieve las dependencias que existen de China y países asiáticos. Pero las reticencias del Gobierno de Canarias se han hecho notar: el pasado mes de abril, la consejera de Hacienda, Matilde Asián, expresó su preocupación al no haberse hecho mención a las regiones ultraperiféricas.
Competencia directa
Quizás con las nuevas noticias desde el Estado se disipe la preocupación en el Gobierno autonómico. Asián apuntó hace unos meses que los productos agrícolas de los países de Mercosur "entran en competencia directa con los productos locales, lo que pone en riesgo la ya de por sí frágil agricultura de las Islas".
La consejera informó de que el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, remitió una carta al comisario europeo homólogo para conocer si se había realizado algún estudio sobre el impacto que este acuerdo podría tener en las regiones ultraperiféricas que aún no se había respondido. "El sector primario es fundamental para Canarias y es uno de los más amenazados por este tipo de acuerdos", incidió.
"Tensiones comerciales"
El Gobierno de España, en la respuesta parlamentaria a Valido, indica que “en el contexto actual, marcado por tensiones comerciales y la necesidad de diversificar mercados, este pacto refuerza la autonomía estratégica abierta de la Unión, consolidando su liderazgo global frente a competidores como China y Estados Unidos”.
“La alianza UE–Mercosur no solo refuerza nuestra relación con una región con la que compartimos importantes lazos históricos y culturales, sino que abre enormes oportunidades para nuestro sector agroalimentario. Este acuerdo representa una oportunidad estratégica única para España”, prosigue.
