A pesar de que la cosecha de uva será buena en cuanto a calidad, se espera que las producciones de esta vendimia sea demasiado cortas y bajas. Los viñedos llegan muy debilitados por los años de sequía anteriores, y aunque inicialmente se preveía una reducción de como mucho un 30% en la cosecha, las estimaciones actuales apuntan a que será bastante mayor y, en muchos casos, rondará un 50% según la zona .
Así lo explicaba a Atlántico Hoy el presidente de la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo), Juan Jesús Méndez, quien insiste en que está siendo mucho más escasa que lo que se preveía. De hecho Mari Paz Gil, gerente de la DO Tacoronte-Acentejo, insiste en que nos enfrentamos a un año complicado.
En el caso de Tenerife, según el Cabildo, la vendimia avanza a distinto ritmo según la zona: en el Valle de Güímar casi ha terminado, en otras Denominaciones de Origen ya se ha recogido más de la mitad de la uva y en Tacoronte-Acentejo aún falta, aunque se completará pronto.
Reducción “mucho mayor”
Según Méndez, lo que se esperaba para esta vendimia era una reducción de como mucho un 30% de la cosecha, pero estiman que será “bastante mayor” y en muchos casos en torno a un 50% de reducción, ya que depende mucho de la zona. Una situación cuya causa no tiene nada que ver con la filoxera. “De hecho, la filoxera no ha afectado ni en la reducción ni en el retraso de la vendimia, porque la filoxera ha generado solamente un número limitado de plantas afectadas en la zona de Valle de Guerra”, recuerda.
En general vamos a tener una cosecha buena en cuanto a calidad, pero bastante corta. “Ha sido bastante corta porque los viñedos vienen muy debilitados de los años de sequía anteriores" a lo que se suma que hay viñedos que no han sido saneados en tiempo y forma. "Tenemos unas plantas que tienen una capacidad de producción bastante limitada, y en condiciones adversas climatológicas, como la que llevamos en los últimos años, esto se manifiesta de forma más intensa y hace que las producciones sean demasiado cortas y demasiado bajas", insistió Méndez, quien afirma que esto ha derivado en un desánimo generalizado en el sector.
Viene de atrás
Mari Paz Gil detalla que, en el caso de la comarca de Tacoronte-Acentejo, está siendo un año muy complicado en cuanto a actividad se refiere. El motivo es el arrastre que llevan sufriendo las viñas en cuanto a sequias que vienen de años atrás, a lo que se suma la falta de agua, frio, y que hay viñedos que están en terrenos que no están en posibilidad de riego.
Se habla, recuerda Gil, de que la cosecha puede disminuir por encima de un 60% sobre la cosecha anterior, que también venía mermando. A ello se suma que el abandono del campo se ha acelerado y la baja rentabilidad hace que el relevo sea escaso o inexistente.
