Presentación del informe sobre la situación del emprendimiento en Canarias / AH
Presentación del informe sobre la situación del emprendimiento en Canarias / AH

Muchas ganas de emprender, pero poco empuje: la tasa de emprendimiento de Canarias sigue siendo baja

El informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de Canarias recoge que la intención de emprender ha pasado del 7,6% en 2020 al 12,6% en 2023, pero la tasa de emprendimiento se ha reducido a 4,8%

ariadna

Las ganas e intención de la población canaria de emprender ha crecido en los últimos años. Ha pasado del 7,6% en 2020 al 12,6% en 2023, según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de Canarias. Pero las ganas no parecen suficientes para consolidar el tejido empresarial de las Islas. Y es que a pesar de que la intención de aventurarse a iniciarse en este mundo se ha incrementado, la tasa de emprendimiento ha disminuido hasta el 4,8%, muy por debajo de la media nacional. 

El informe, correspondiente al periodo 2023-2024, ofrece una radiografía completa del estado del emprendimiento en el Archipiélago, resaltando sus mejoras y exponiendo las asignaturas pendientes. Está elaborado por investigadores de la ULPGC y la ULL y el Observatorio del Emprendimiento y la Pyme en Canarias, bajo la coordinación de la profesora Rosa Batista

Más baja que a nivel nacional

Los resultados revelan un panorama mixto: mientras las intenciones de emprender aumentan, el camino hacia la consolidación continúa siendo complejo, pues la tasa de emprendimiento efectiva sigue siendo baja, con apenas un 4,8% de la población activa entre 18 y 64 años lanzándose a la aventura empresarial, una cifra inferior a la media nacional y ligeramente menor que la de 2022.

El miedo al fracaso, que ha disminuido (del 64% en 2020 al 47% en 2023), contrasta con una percepción más negativa sobre las oportunidades para emprender (28,9% en Canarias frente al 29,6% a nivel nacional) y el aumento del abandono empresarial, que pasó del 2% en 2022 al 3,3% en 2023.

El informe destaca que las personas emprenden principalmente para ganarse la vida debido a la escasez de empleo por cuenta ajena, lo que señala problemas estructurales en el tejido productivo.

Cambios del tejido productivo

En cuanto al tejido empresarial, el sector de servicios al consumidor sigue siendo dominante, correspondiendo con el modelo económico que caracteriza a las Islas. No obstante, Batista destaca que los datos reflejan el crecimiento de los servicios a empresas, duplicándose de 2021 a 2023 (de 25% a 44%), lo que indica un cambio en el tejido productivo. 

No obstante, esta transformación no oculta la pérdida de peso en sectores clave como el primario y el industrial. La profesora apunta que esta tendencia representa una pérdida preocupante de diversidad económica. Por ejemplo, en el sector extractivo (agricultura y ganadería), el emprendimiento ha pasado al 0% y en el transformador se encuentra en un 9% (era del 16% en 2022). 

Otro aspecto crítico, es el aumento de empresas sin empleados, lo que refleja un ecosistema empresarial frágil y con menos capacidad de generar empleo, según indica Batista apoyada en los resultados. Además, la internacionalización de las empresas ha perdido fuerza, con la excepción de las empresas consolidadas que lideran los esfuerzos en este ámbito. 

Rosa Batista destaca algunos datos relevantes del informe / AH
Rosa Batista destaca algunos datos relevantes del informe / AH

Más tecnología y sostenibilidad

En el lado positivo, Canarias muestra un fuerte compromiso con la tecnología y la digitalización, incluyendo la adopción de inteligencia artificial en sus procesos. En relación a lo anterior, las empresas sin empleados son unas de las que están apostando por la tecnología de alto valor añadido. 

También se observa un mayor interés por la sostenibilidad, donde las empresas emergentes (TEA) igualan a las consolidadas en su implicación. Batista resalta que, curiosamente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son más conocidos entre los emprendedores que entre las empresas consolidadas, conocimiento que cree que puede deberse a los requisitos para acceder a subvenciones.

Menos capital inicial

También se han visto cambios en el capital semilla de las nuevas empresas. Los nuevos emprendedores canarios han iniciado sus negocios con un capital menor al de años anteriores, situándose la inversión inicial en apenas 10.259 euros, frente a los 15.000 euros registrados en 2022. Esto no solo refleja una reducción respecto a periodos previos, sino que además se encuentra por debajo de la media nacional. 

Los datos evidencian que los emprendedores isleños arrancan sus proyectos con recursos más limitados y muchos de ellos acuden a los ahorros personales para poder hacerlo, suponiendo más del 65% del total de fondos. 

Cambios del perfil emprendedor

El perfil del emprendedor en Canarias ha evolucionado en las últimas dos décadas: hoy es mayor (43 años de media frente a 37,7 en 2004) y está mejor formado, con un 52,2% de emprendedores con estudios universitarios, aunque también se nota un mayor protagonismo de los emprendedores con estudios secundarios, como FP. 

También destaca el crecimiento del emprendimiento femenino, que ha pasado del 20,3% al 40,5%, especialmente entre mujeres mayores de 45 años y en el ámbito rural, donde las mujeres lideran la mayoría de iniciativas.

Sin embargo, Batista comenta que preocupa la baja participación de los jóvenes en el emprendimiento, una señal de que las nuevas generaciones no encuentran incentivos suficientes para iniciar negocios.

Una asignatura pendiente

El informe concluye que, pese a los avances en áreas como la digitalización, la sostenibilidad y la paridad de género, Canarias enfrenta retos significativos para consolidar un ecosistema emprendedor sólido. La tasa de emprendimiento actual, aunque superior a la de 2004 (4,21%), sigue siendo insuficiente para revertir la pérdida de músculo empresarial en el tejido productivo.

Canarias tiene una asignatura pendiente: fortalecer su sistema de apoyo al emprendimiento, diversificar su economía y superar las barreras estructurales que limitan el crecimiento de las iniciativas empresariales.