El presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, ha alertado este miércoles de que la okupación ahuyenta la inversión y arruina la esperanza de miles de familias.
Óscar Izquierdo, en un comunicado, ha señalado que la proliferación de la okupación es "una alarmante preocupación en el conjunto de la ciudadanía canaria" y "un fenómeno que no solo destruye la convivencia social, sino que está poniendo en riesgo crítico al sector de la construcción, a la inversión privada y al derecho legítimo a una vivienda digna".
Impacto en el desarrollo urbano y la inversión
En su opinión, la okupación se ha convertido en el principal enemigo de un desarrollo urbano ordenado, planificado y seguro. En muchos municipios de Canarias se está sufriendo una oleada de okupaciones que afectan a viviendas, promociones paralizadas, inmuebles en construcción e incluso edificios terminados, generando una evidente inseguridad jurídica, así como la paralización de proyectos, que ya de por sí sufren los perjuicios derivados de una exasperante lentitud en la diligencia de las concesiones de licencias en tiempo y forma, ha denunciado.
Según Izquierdo, este fenómeno provoca el encarecimiento de los costes y la desincentivación de promotores y constructores, que ven cómo sus esfuerzos se desvanecen por estas prácticas al margen del derecho. "Los okupas son unos auténticos secuestradores de bienes, muebles e inmuebles, siendo un auténtico incivismo en toda regla", ha afirmado.
Llamamiento a proteger la inversión y la propiedad
Al tiempo, se ha preguntado: "¿Qué promotor se va a arriesgar a invertir en una isla donde no se puede garantizar la propiedad privada ni la protección legal frente a okupas?". A su juicio, así es imposible generar vivienda asequible, inviable crear empleo estable, y se imposibilita el crecimiento económico de las islas.
"Sin seguridad jurídica, no hay construcción, sin la protección de las instituciones públicas, no hay inversión y sin inversión, no hay vivienda ni trabajo", ha zanjado Izquierdo, quien ha insistido en que no se puede permitir que Tenerife se convierta en un territorio hostil para la inversión, "mientras se protege con discursos buenistas a quienes vulneran los derechos de todos".
Exigencia de apoyo institucional
En este contexto, ha exigido un apoyo sólido a los promotores como generadores de riqueza económica, social y empleo, así como colaboración institucional real y constante para blindar la seguridad jurídica del proceso constructivo, desde la compra del solar hasta la entrega de llaves.
"La okupación es una auténtica bomba de relojería para el futuro de las islas. Afecta a los ciudadanos, a las empresas, a los trabajadores del sector y a los jóvenes que sueñan con una vivienda propia, en alquiler o en propiedad, que quieren emanciparse y no lo consiguen debido a la actual escasez de oferta. Es una lacra que alimenta la economía sumergida y distorsiona el mercado inmobiliario", ha añadido.
