La Zona Especial Canaria (ZEC) ha sido reconocida por el Financial Times como el mejor régimen fiscal especial de Europa en la categoría de industrias del conocimiento. El galardón llega en un momento de consolidación del instrumento y refuerza su papel en la atracción de inversión y generación de empleo en el Archipiélago.
Al frente de la entidad, Pablo Hernández destaca que este reconocimiento es fruto de un proceso de maduración que ha requerido tiempo, ajustes normativos y una labor constante de divulgación para afianzar la seguridad jurídica y el conocimiento del régimen entre las empresas. La ZEC, creada con el objetivo inicial de impulsar 2.815 empleos, se acerca ya a los 12.000 puestos generados en Canarias.
En esta entrevista, Hernández analiza los factores que han llevado a este punto, los retos que aún enfrenta la ZEC para ampliar su alcance sectorial y el papel que juega en la diversificación económica del Archipiélago. También aborda su dimensión social, la importancia de retener el talento local y las perspectivas de crecimiento en sectores emergentes como el audiovisual, la animación o el I+D.
[Pregunta] Este fin de semana supimos que el Financial Times ha reconocido a la Zona Especial Canaria (ZEC) como el mejor régimen fiscal especial de Europa —en la categoría de industrias del conocimiento—. ¿Piensa que ha tardado en llegar un reconocimiento así?
[Respuesta] Ha tardado el tiempo que ha llevado consolidar el instrumento por distintas variables. Siempre ha existido esa sensación de que la Zona Especial Canaria todavía tenía que despegar. También había un poco de ansiedad, a veces en Canarias queremos que las cosas cambien muy rápido, pero llevan su tipo de maduración. En Irlanda, por ejemplo, tienen incentivos que se establecieron en los años 60 y 70, pero hasta los 80 o 90 no acabaron de despegar.
¿Cuál es el proceso que deben llevar a cabo para lograr esa maduración?
Tiene que darse a conocer y desarrollar una seguridad jurídica. Debe experimentarse en el sentido de que haya empresas que lo utilicen y que se hagan los ajustes necesarios. Lo importante es que está aquí y crea bastante empleo en la economía canaria.
¿La Zona Especial Canaria ha superado con creces el reto de hacerse un hueco en el panorama internacional? En sus orígenes lo tuvo complicado, pero tras la recesión en Estado Unidos todo cambió.
La Zona Especial Canaria a día de hoy es un caso de éxito sin ninguna duda. El primer motivo es que el objetivo al principio era crear 2.815 empleos y ya vamos camino de los 12.000 a día de hoy. Por otro lado, en los últimos viajes que hemos hecho a California o a Japón, la gente nos pregunta por Canarias y sus incentivos fiscales. Ya en Hollywood las personas se lo cuentan unos a otros.
¿Qué otras razones tienen?
Porque mientras otros países están en recesión en cuanto a sus incentivos fiscales dado que eran mucho más agresivos, aquí solo se permite tener incentivos fiscales de lo que se lleve a cabo en el Archipiélago. Por eso al principio la ZEC no crecía tanto, pero después de la recesión económica competimos en igualdad de condiciones. Canarias es un sitio mejor con mayor seguridad jurídica y sigue funcionando.
¿Quiere decir eso que estemos satisfechos? No, la economía canaria sigue teniendo muchas carencias. Tenemos que seguir impulsando, insistiendo y desarrollando.
¿La ZEC tiene también una responsabilidad social? Uno de los últimos movimientos que se ha conocido es que se quiere utilizar los fondos de la RIC para aumentar el parque de vivienda y hacer frente a la crisis habitacional. ¿Se olvida en ocasiones este tipo de usos que se le puede dar?
La Zona Especial Canaria sin duda tiene una función social y económica. De hecho, así lo recoge la propia ley. Es verdad que está orientado más a la generación de empleo de calidad en lugar de a proveer de vivienda, sanidad o educación. Pero también hay otras cosas a tener en cuenta.
¿Como qué?
La Zona Especial Canaria se puede aplicar a empresas que se dediquen a la reforma de vivienda. Sin embargo, tenemos muy pocas compañías especializadas en esto. Hemos hecho un esfuerzo de tratar de hablar con las patronales de la construcción para que hagan uso y se ha incrementado un poquito. Pero sigue sin tener un gran tirón como incentivo fiscal en el sector.
¿A qué se refiere?
La ZEC no solo es generar diversificación y dinero para Canarias, sino empleo. Siempre digo que tenemos un deber moral porque hay gente en las Islas que se quiere dedicar a sectores que no son el turismo. Por ejemplo, la animación, los videojuegos, el cine, determinadas ingenierías, investigación y desarrollo históricamente se tenían que ir de las Islas.
¿La situación ha cambiado?
Ahora, con las empresas que se están estableciendo en la ZEC, ya no se tienen que ir del Archipiélago.
Canarias cuenta con unos incentivos fiscales únicos, pero da la impresión de que sectores que no sean el cine o los videojuegos apenas los utilizan a pesar de que también podrían beneficiarse de ellos. ¿Les ha faltado proyección a la hora de darse a conocer?
Creo que aquí hay un poco de todo. Hace falta difusión, que se ha mejorado y se están reforzando los equipos. La Zona Especial Canaria de hoy en día no tiene nada que ver con la que fue en origen, cuando se hizo mucha promoción y existía la idea de que la ZEC era solo para extranjeros. A día de hoy hay mucha gente que sigue pensándolo y no es así. Además, sirve para empresas ya existentes siempre que abran nuevas líneas de negocio.
En definitiva, que se conoce pero aún falta camino por andar.
Es verdad que ha habido un cierto desconocimiento y se va paliando, pero todavía queda trabajo por hacer. Llevamos a cabo mucho esfuerzo desde aquí, desde Proexca o desde el Gobierno de Canarias. Trabajamos mucho juntos. El comisionado del REF se ha incorporado a esa labor de divulgación y difusión.
Las cifras son claras: la pandemia para ustedes supuso un punto de inflexión porque desde el año 2020 han pasado de acoger a 691 empresas a las 914 que tienen ahora. ¿Han tocado techo con este crecimiento del 32% o hay margen para seguir creciendo?
Tengan en cuenta que más allá de que hemos crecido en neto, en bruto hemos crecido mucho más y me explico: e esas 690 del año 2020, hemos estado limpiando aquellas que se encontraban inactivas. El crecimiento orgánico es muy significativo. Yo creo que no hemos tocado techo. También es verdad que antes hacíamos una búsqueda más genérica y ahora rastreamos donde hay más potencial o donde se crea mayor empleo.
¿Dónde buscan?
En varios sectores: audiovisual, animación, videojuegos, efectos especiales, logística, semiconductores, aeroespacial, dispositivos médicos y últimamente estamos incorporando mucho de I+D. Lo bueno es que hemos pasado de una atracción de números a una de calidad.
¿Dar incentivos fiscales a las empresas es suficiente? ¿O ponerlos como protagonistas es empezar la casa por el tejado?
Hay que tener una buena combinación. Nosotros solemos decir que el incentivo fiscal es el último elemento que decanta la balanza. Aquí hay mucha gente que dice que es la guinda del pastel. Los empresarios lo primero que nos preguntan es si hay talento, si hay mercado, si pueden operar desde aquí o si contamos con las comunicaciones y las infraestructuras suficientes. Por último, nos plantean si disponen de financiación.
Uno de los temas recurrentes en el Archipiélago es la dificultad a la hora de retener el talento. ¿Considera que es uno de los principales problemas que tienen las Islas?
Tenemos muy buen talento. Precisamente esta semana estuve en una mesa redonda en la Universidad de La Laguna. Vino la vicerrectora de la Universidad de Stanford, que se supone que son el polo por excelencia de generar startups desde la universidad, y nos decían que en Canarias han visto un talento extraordinario. Defendían que la clave era cómo activarlo.
En el Archipiélago esto está empezando a cambiar: comienza a haber startups en Canarias y empresas innovadoras que retienen el talento que antes se iba fuera.
