La provincia tinerfeña pierde más de 2.500 hectáreas de cultivo agrícola en 11 años

El relevo generacional en el sector de la agricultura sería una de las soluciones viables para evitar esta pérdida

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Un agricultor trabajando en el campo. / Europa Press
Un agricultor trabajando en el campo. / Europa Press

La pérdida de cultivo agrícola preocupa en Canarias y sobre todo a la provincia tinerfeña. En Santa Cruz de Tenerife han desaparecido más de 2.500 hectáreas de cultivo durante los últimos 11 años, destacando sobre todo la isla de El Hierro con 1.300 hectáreas de cultivo perdido. A El Hierro se le une Tenerife, con 638,3 hectáreas, así como La Palma y La Gomera con 355,9 y 220 menos respectivamente. 

En lo que corresponde a la provincia de Las Palmas, aunque Lanzarote también tenga una pérdida de 670,4 hectáreas, Fuerteventura y Gran Canaria han notado un incremento del terreno durante estos años de 304,4 y 772,7 hectáreas respectivamente. A pesar de ello, según un comunicado de Asaga Canarias Asaja en base a datos del ISTAC, a nivel del Archipiélago se han perdido cerca de 2.183,5 hectáreas de superficie agrícola, lo que supone el 5,3% del suelo cultivable. Las asociaciones de agricultores y ganaderos explican a Atlántico Hoy que fomentar el relevo generacional sería una solución viable. 

Relevo generacional 

Solo en Tenerife, de 2014 a 2021 se perdieron alrededor de 1.700 hectáreas. El secretario general de Asaga, Theo Hernando, señala que el relevo generacional es la única solución para recuperar el sector agrícola y sobre todo el ganadero. ‘’Estamos aumentando en población flotante y en población local muchísimo, pero sin embargo nuestras producciones primarias o agrarias van en descenso continuo’’, asegura.

En este sentido, Hernando señala que también es importante que los jóvenes vean interesante el sector primario para invertir, aunque para ello debe haber un cambio estructural. Un cambio que no solo tiene que fomentar la administración, sino desde el propio sector. ''Un ejemplo muy claro fue el vino. Hubo una revolución hace 15 años en la que entró un montón de gente formada y joven, que apostaron por la tecnificación y la innovación, así como por las variedades locales. Es importante invertir en tecnología y maquinaria'', explica. 

Desde Asaga comentan que están desarrollando para 2023 diferentes proyectos, siendo uno de ellos una feria destinada a jóvenes en la que puedan formarse y haya divulgación sobre las nuevas tecnologías y el campo de Canarias. ''Esa es la única manera de que las nuevas generaciones no vean esto como un suplicio, sino que sea algo profesional, serio, tecnificado y sobre todo rentable'', señala. 

Pérdida del tomate

A todo ello se le suma la pérdida progresiva desde 2010 del cultivo del tomate en un 64%, posicionándose ahora con 606 hectáreas de las 1.691 que tenía en 2010, perdiendo así más de 1.000 hectáreas en 11 años. Al tomate le sigue la bajada del cultivo de la cebolla y la batata con un 40 y 42 por ciento de disminución respectivamente.

El boom se ha dado en el aguacate y la lechuga, con crecimientos del 130% y el 120% durante este periodo. 

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