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Un suelo agrario afectado por la sequía en Tenerife, Canarias. / ATLÁNTICO HOY

La sequía obliga a que Tenerife saque un nuevo plan para el cultivo de la papa después de 10 años

Aprobado el pasado 27 de diciembre en el Consejo de Gobierno, el documento cuenta con la participación de las cooperativas y agricultores, 93 en total

Desde los años 80, el cultivo de la papa en la isla de Tenerife no ha parado de disminuir a pesar de la estabilidad de los últimos 10 años. La sequía, las plagas, el abandono de los cultivos o los elevados costes han marcado su producción. Con el fin de mitigar los daños y mejorar la competitividad, el Cabildo ha aprobado el plan insular para el periodo 2025-2029 tras 10 años.

Aprobado el pasado 27 de diciembre en el Consejo de Gobierno, el documento cuenta con la participación de las cooperativas y agricultores, 93 en total. Este ha sido "totalmente consensuado", según explicó el consejero del Sector Primario y Bienestar Animal del Cabildo de Tenerife, Valentín González. 

La idea es actualizar la situación del subsector para reestructurarlo, mejorar su competitividad y, entre otras cosas, aumentar la tasa de autoabastecimiento dentro del contexto actual de emergencia hídrica. Está fundamentado en cinco ejes, entre ellos la mejora de la competitividad, estrategias de comercialización, fomento de la economía social, la multiplicación de la papa saneada y el agrosistema. 

El consejero de Sector Primario del Cabildo de Tenerife, Valentín González / CEDIDA

Producción amenazada

La producción de la papa, el tercer cultivo en la isla tras el plátano y la viña, se ha visto amenazada a lo largo de estos años sobre todo por la falta de agua, especialmente en zonas de medianías. Se suma la situación de las plagas, como la polilla guatemalteca o del escarabajo colorado. Esta última tensionó el mercado hace apenas un año imposibilitando la importación de la papa de consumo e incluso la de semilla. 

Aunque todo comenzó hace más de 30 años con la apertura a la importación y de la desaparición de la exportación, actualmente se mezclan otros factores que no benefician como la disminución del consumo, de la propia superficie, las restricciones fitosanitarias o los costes de producción. La totalidad de la producción local va destinada al mercado interior.

Balsa en Tenerife. / CÁMARA INSULAR DE AGUAS

Situación de las balsas

La sequía, que ha afectado especialmente a la zona de medianías de la isla, toca de lleno a los tres cultivos principales. La prioridad del Plan es que la situación del subsector esté totalmente actualizada enfocándose sobre todo en la producción de papa y su comercialización. Se espera tener un impacto económico basado en mantener la superficie cultivada y mejorar los rendimientos en un 10% a través de la innovación, así como social manteniendo el empleo directo e indirecto en las zonas rurales.  

Como ya publicaba Atlántico Hoy, la capacidad de las balsas de Tenerife creció durante los últimos meses de 2024 en comparación a épocas anteriores, pero no significa que se pueda hablar de recuperación. Aunque entre noviembre y diciembre pasaran de un 30 a un 38% de volumen, los niveles están muy lejos de épocas normales.

A 1 de enero de 2021 las balsas de la isla estaban a un 58% de su capacidad, pero han ido bajando continuamente hasta llegar a un 46% en 2023 así como a la preocupante cifra del 33,4% en 2024. Según recogen las cifras de Balten, en enero de este año están al 38,4%, dato bastante bajo.