La transición energética en Canarias avanza, pero lo hace lentamente. Según los últimos datos publicados por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) en su Estadística de Energía Eléctrica, en 2024 las energías renovables produjeron el 20,8 % de la electricidad generada en el Archipiélago.
Esto supone que la producción energética limpia aumentó un 8,3 % respecto a 2023. No obstante, continúa sin ser suficiente para paliar la dependencia del sistema energético canario hacia los combustibles fósiles, ya que el 79,2% de la electricidad aún proviene del petróleo.
Sol y viento
Por fuentes de energía renovable, la energía eólica se corona como la principal fuente limpia de las Islas, con un 15,9% del total de la electricidad generada. Esto puede ser consecuencia de su aumento en comparación con el año anterior, ya que este tipo de energía se ha incrementado un 5,85%.
Al viento se le suma el sol y es que la energía solar fotovoltaica experimentó un crecimiento aún más fuerte, con un 16,35 % más de producción. Entre ambas tecnologías representan el 98,1 % del total de generación renovable en las islas.
Por islas
En cuanto a la producción por islas, El Hierro se posiciona de nuevo como líder en proporción de electricidad generada a través de fuentes renovables, con un 43,7%. La isla del Meridiano cuenta con la central hidroeólica Gorona del Viento, que combina un parque eólico con una central hidroeléctrica.
No obstante, en el extremo opuesto se situaron La Palma (8,77 %) y Lanzarote (8,95 %), con los menores porcentajes de energía renovable producida en 2024. En términos generales, la producción de electricidad en Canarias aumentó un 1,55 % durante el último año, lo que sugiere una tendencia creciente en la demanda energética.
Dependencia energética
Aunque el avance de las renovables es constante, los datos muestran que la descarbonización del sistema eléctrico canario sigue enfrentando grandes retos estructurales. La alta dependencia de derivados del petróleo, combinada con un sistema insular fragmentado y la complejidad técnica para almacenar energía, sigue limitando la penetración de tecnologías limpias.
