La movilización del 20 de abril demostró que la sociedad canaria pide un nuevo modelo turístico para el Archipiélago en el que el turismo de masas está poniendo al límite al territorio y también a distintos sectores directos del principal motor de la economía.
Uno de ellos es el de los conductores de servicio discrecional de turistas, quienes sufren las consecuencias de este turismo de masas en cuanto al equilibrio de recepción de visitantes con el número de empleados y labres que ejecutan.
Sector "olvidado"
En este sentido, la secretaria general del sindicato USO Canarias, Ithaisa Torres, ha señalado a este “sector olvidado” dentro de un ecosistema económico turístico en el que se prioriza otras aristas afectadas. “Asumen una carga de trabajo bastante considerable”, expresó.
Así, especificó que estos conductores y conductoras “llevan a los turistas en Canarias, que cada vez son más. El año pasado 16 millones, la segunda mayor cifra desde 2017. Una carga bastante grande que aumenta y lo que no se está aumentando de la misma manera es la plantilla”.
¿Convenio incompleto?
No obstante, Torres ha compartido que recientemente firmaron un convenio de transporte discrecional de viajeros por carreteras “que mejora bastante sus condiciones, pero siguen estando expuestos”.
En este contexto, la representante sindical expuso que sufren “continuos cambios de turno”, así como la cargar de maletas “sin ningún tipo de medidas de prevención”.
No solo eso, sino que además denuncia acciones que no debe corresponderle a un conductor, “Ellos mismos tienen que lavar las guaguas. Incluso, por dentro, tienen que limpiar ellos mismos si algún pasajero vomita. Son condiciones bastante precarias”, finaliza.