Durante muchos años, Alcampo ha formado parte de Canarias. Sus pasillos, la oferta variada y sus precios competitivos convirtieron a la marca en una referencia para los canarios. Pero las nuevas dinámicas de consumo, unidas a resultados financieros negativos, han obligado a la compañía a replantearse su modelo de negocio.
Y, en medio de todo este proceso de transformación, el archipiélago podría verse afectado —aunque no hay confirmación por parte de la empresa—.
Resultados en negativo
La empresa matriz, Auchan Retail, ha publicado recientemente sus resultados de 2024, con una facturación de 31.666 millones de euros, lo que representa una caída del 1,8% respecto al año anterior. Peor aún ha sido el comportamiento de las ventas, que han bajado un 2,9%, situándose en los 4.611 millones.
Los responsables del grupo atribuyen esta tendencia al descenso del tráfico en los hipermercados y al auge de modelos más pequeños y cercanos, como supermercados de proximidad, que se ajustan mejor a los nuevos hábitos del consumidor.
Plan de reestructuración
Ante este escenario, Alcampo ha activado un plan de transformación que se prolongará, como mínimo, durante tres años. El objetivo es reducir el tamaño medio de sus hipermercados, buscando un formato más eficiente que no supere los 8.000 metros cuadrados. Esta decisión conllevará el cierre de algunos locales y la desaparición progresiva de aquellos formatos que ya no resultan rentables.
Aunque aún no se ha confirmado el impacto específico en España, la preocupación crece, especialmente en regiones como Canarias, donde la doble insularidad complica la logística y encarece los costes.
Alcampo en Canarias
Algunos sindicatos han comenzado a expresar su inquietud por las posibles consecuencias laborales, que podrían afectar a unos 2.400 trabajadores en todo el país.
Si bien la compañía no ha especificado aún qué tiendas cerrarán, la situación actual obliga a mirar con atención a las islas, donde cada cierre comercial tiene un impacto directo en el tejido económico local.
