Lo que hace apenas dos años era un complejo turístico obsoleto, el antiguo Jardín del Sol en Playa del Inglés, acaba de reabrir como el moderno Sholeo Lodges Maspalomas gracias en gran parte al uso innovador de un instrumento fiscal propio de Canarias: la Reserva para Inversiones (RIC).

La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) es un incentivo fiscal exclusivo del Régimen Económico y Fiscal (REF) que permite a empresas y autónomos canarios reducir hasta un 90% del impuesto sobre sus beneficios, siempre que reinviertan ese ahorro en proyectos productivos dentro del Archipiélago.

La rehabilitación integral del complejo, que ha supuesto una inversión total de 18,5 millones de euros, ha sido posible mediante una fórmula de financiación colectiva del ahorro fiscal de 46 contribuyentes canarios —38 autónomos y 8 empresas— que, sin contar con proyectos propios donde aplicar sus beneficios fiscales, han canalizado sus fondos hacia este proyecto turístico a través de la sociedad de capital riesgo RIC Private Equity.

Inversión colectiva

Este modelo, conocido como materialización indirecta por inversión colectiva, permite que empresas y profesionales que generan beneficios puedan reducir su carga fiscal si destinan ese ahorro a inversiones productivas en las islas. En este caso, su contribución ha ayudado a transformar un activo infrautilizado en un nuevo hotel enfocado en el turismo experiencial, sostenible y flexible, alineado con las nuevas demandas del viajero postpandemia.

José Acosta, presidente del Grupo Acosta Matos, es el promotor del proyecto junto a Canarian Hospitality.

El complejo

El nuevo Sholeo Maspalomas, con 114 unidades alojativas, coworking, zonas de bienestar, gastronomía local y actividades al aire libre, busca reposicionar un enclave turístico maduro con una oferta más conectada con los valores del viajero actual. Forma parte de una línea de desarrollo más amplia del grupo, que ya ha aplicado esta fórmula en los hoteles Mynd Adeje, Mynd Yaiza y Sholeo Los Gigantes, y que próximamente abrirá un cinco estrellas en Puerto de la Cruz bajo la marca Radisson.

La operación ilustra cómo la colaboración entre pequeños contribuyentes locales y empresas con capacidad ejecutiva puede activar millones de euros de ahorro fiscal en inversiones estratégicas. Además, refuerza el papel de la RIC no solo como un incentivo fiscal, sino como una palanca de transformación para la economía canaria cuando se usa con visión colectiva.