El mercado de las energías renovables en Estados Unidos vive un momento de expansión histórica, incluso en el actual contexto político marcado por la vuelta al poder de Donald Trump y su política arancelaria. Las empresas españolas están jugando un papel protagonista gracias a su experiencia y capacidad técnica, que se refleja a través de modelos de negocio diferenciados.
Así lo señala un análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada (ICGEA), que destaca tres modelos referentes en la implantación española: el de Iberdrola, como utility integrada; el de Repsol, como compañía multienergía en expansión renovable; y el de RIC Energy, como desarrollador independiente.
Un mercado en crecimiento y con grandes inversiones
Estados Unidos cuenta con más de 380 GW de capacidad instalada en fuentes limpias (solar, eólica, hidráulica y geotérmica) y prevé inversiones superiores a 700.000 millones de dólares en la próxima década, lo que lo consolida como uno de los mayores polos de atracción para la transición energética global.
Aunque con escalas distintas, Iberdrola, Repsol y RIC Energy coinciden en un mismo objetivo: contribuir a la transición energética en uno de los mercados más competitivos y dinámicos del mundo. Según el ICGEA, la implantación española en Estados Unidos demuestra la competitividad y la adaptabilidad de estas empresas frente a modelos regulatorios, financieros y territoriales diversos.
Casos destacados: Iberdrola, Repsol y RIC Energy
Iberdrola opera a través de su filial Avangrid, con más de 9.700 MW de capacidad renovable instalada (eólica terrestre, solar y almacenamiento) y presencia en más de 20 estados. Avangrid da servicio a más de 7 millones de clientes mediante su red de distribución. Entre sus hitos figura Vineyard Wind 1, el primer parque eólico marino a gran escala del país, con 800 MW, desarrollado junto a Copenhagen Infrastructure Partners. También destacan proyectos como True North (321 MW, Texas) y Camino Solar (105 MW, California).
Repsol ha reforzado su presencia en el mercado renovable estadounidense con adquisiciones y alianzas. En 2021 adquirió el 40% de Hecate Energy, accediendo a un pipeline superior a 40 GW. En 2024 vendió el 46,3% de una cartera operativa de 777 MW a Stonepeak por 340 millones de dólares, manteniendo el control operativo. Su proyecto en el Hanford Site (Washington), junto a Hecate, prevé hasta 2.000 MW de capacidad y una inversión de 4.000 millones de dólares.
Por su parte, RIC Energy compite con grandes energéticas tradicionales gracias a su modelo independiente, su enfoque técnico y su capilaridad territorial, lo que le permite participar en el despliegue renovable a gran escala en el país.