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Juan Juliá: “Todo el mundo se apunta al carro de ser 'gay-friendly', pero no es verdad”

El empresario catalán es el fundador y presidente de Axel Hotels, una cadena hotelera centrada en el turismo LGTBIQ+

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Juan Juliá, presidente de Axel Hotels. / Cedida

Juan Juliá (Barcelona, 1969) es el fundador y presidente de Axel Hotels, una cadena hotelera centrada en el turismo LGTBIQ+. Cuenta con hoteles por varios puntos de España como Maspalomas. También tiene instalaciones hoteleras en Barcelona, Madrid, Ibiza, San Sebastián, Berlín y Miami. El catalán destaca el impacto que tiene este tipo de actividad turística: “El turismo del colectivo aporta, a nivel sociodemográfico, diversidad a todos los sitios donde vaya”.

Los turistas que pertenecen al colectivo LGTBI no se diferencian con el resto de personas que están de paso por un lugar de vacaciones, pero la relevancia que tienen dentro del sector en España es incuestionable: superan en cien euros el gasto diario con respecto a la media nacional en el sur de Gran Canaria. “Este tipo de turista tiene una bolsa mayor para gastar porque no suele tener hijos”, afirma Juliá, que agrega: “Pueden gastar un poco más en compras, en una excursión para ir a visitar algo y, obviamente, un gasto mayor en restaurantes y en ocio”.

Actividades que buscan

El empresario incide en que lo que distingue a esos turistas “es que les gusta socializar mucho más”. Explica que aparte de viajar a Canarias buscando sol, playa y desconexión, hacen un mayor uso “de bares restaurantes y chiringuitos” porque “una parte importante de lo que va a hacer es ir a conocer a otra gente”.

De lo que ocurre en algunos puntos de la Península tiene una percepción distinta. “En Maspalomas no lo veo tanto, pero en ciudades como Barcelona y Madrid tienen más actividades y atracciones como museos, visitas guiadas, actividades culturales o shopping, entre otros”, afirma. Sobre Cataluña añade que “está muy bien posicionada a nivel internacional dentro de los destinos LGTBI”.

Maspalomas es uno de los principales destinos europeos de turismo LGTBI . / Pixabay

Ser 'gay-friendly'

Juliá se muestra tajante sobre qué ofrece su cadena hotelera a la comunidad LGTBI: “Sobre todo, ofrecemos un espacio, que parece mentira que lo estemos hablando en el siglo XXI, de seguridad, de respeto y de diversidad”. Resalta que el colectivo “de lo que no tiene ganas es de pasar un mal rato porque la persona que le toque en la hamaca de al lado tenga una forma de entender la vida mucho más conservadora o incluso pueda llegar a ser homófoba”.

El catalán pone el foco también en la formación a los empleados de los hoteles, dado que “hoy en día todo el mundo se está apuntando al carro de ser gay-friendly, pero no es verdad”. Opina que hay gente que lo que quiere es acceder al público gay para aumentar la ocupación y sacar un mayor rédito. “Pero no hacen formación, no ponen políticas internas que sean realmente gay-friendly, ni hacen comunicación dirigida a este público”, dice.

El empresario r que existe el sello 'Queer Destination', el cual “no te dan gratuitamente, sino que te hacen pasar todo tipo de formaciones a tu personal”, porque “a un establecimiento lo convierten en gay-friendly las personas que trabajan en él”. Juliá cuenta que no sirve de nada decir que eres gay-friendly si en algún departamento de la empresa tienes trabajando a una persona que es homófoba.

Juliá dice que la comunidad LGTBI es muy diversa. “No es lo mismo el hombre gay, la mujer lesbiana, una persona transexual o cómo se enfrenta a esto alguien que sea género fluido”, asevera.

AxelBeach Maspalomas, uno de los de la cadena LGTBI. / Axel Hotels

“Seguridad y respeto”

Al poner el foco en Maspalomas, el hotelero tiene claro que lo que más valoran los turistas es la climatología. “Luego, valoran la oferta que se ha ido construyendo en Maspalomas, que tiene restaurantes, lugares de ocio y diferentes actividades que pueden realizar. Algunas de las que menciona son las de “la zona del Yumbo, hoteles como Axel o la zona de la playa más LGTBI con el chiringuito y demás”. En el caso de Barcelona “esperan mucho más porque es una ciudad que tiene muchas cosas como playa, gastronomía, museos y cultura”.

Al margen de lo anterior, el empresario catalán tiene claro que lo que busca la comunidad LGTBI al hacer turismo es “encontrar un lugar de seguridad y de respeto”. Al respecto, no duda tampoco en que “cuando una persona de la comunidad LGTB viaja a un lugar y lo hace de manera consistente como Maspalomas o Barcelona es porque la ciudad ofrece protección, seguridad, respeto, diversidad y una oferta sociocultural suficientemente interesante”.

Covid-19

El sector turístico centrado en el mundo LGTBI ha podido mantenerse prácticamente firme ante la catástrofe que supuso la COVID-19. “Nosotros en el verano de 2020 ya notamos que el turista LGTB viajaba pese a que lo hacía con las restricciones y demás”, dice Juliá. Asegura que, aunque no llegaban ni de lejos a los datos de 2019, si se comparaban con otros establecimientos que no estaban dirigidos a la comunidad LGTBI su situación era mucho mejor.

Sobre el mayor gasto que hace el turista LGTBI frente al resto se basa únicamente en detalles. “Si tú te vas a un restaurante y comes de menú, pues a lo mejor el turista LGTBI algún día comerá de la carta, y si pides un vino de la casa, él pedirá uno mayor, y si se va a un bar y quiere beber pedirá un cocktail”, dice el catalán.

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