Cerca de la mitad de los restaurantes encuestados afirma que este año ha ampliado su plantilla, de los que el 75% ha incorporado entre uno y cinco empleados. Entre las razones por las que lo decidieron destacan el crecimiento del negocio, la renovación de la plantilla o la necesidad de cubrir nuevas áreas que han ido incorporando a su actividad diaria, como el marketing, las redes sociales o las nuevas tecnologías, algo considerado como necesario por el 70% de los encuestados.
Estos perfiles, junto con el de los asesores en nuevas tendencias culinarias, están dando un giro a un sector en el que cada vez la competencia es mayor y en el que la capacidad de llegar a nuevos clientes a través de distintos canales o fidelizar a los que ya tienen con propuestas originales es clave para el éxito del negocio.
Para estas nuevas contrataciones la mayoría señala que ha recurrido a webs especializadas, bolsas de empleo de Escuelas de Hostelería y, sobre todo, a contactos y recomendaciones de otros compañeros del sector. El ejemplo lo tienen también en la Bolsa de Empleo de La Viña, que gestiona anualmente casi 400 ofertas de empleo, más de 3.800 usuarios y 9.973 inscripciones.
Formación, idiomas y habilidades sociales son pues lo más valorado. El estudio realizado por La Viña y ElTenedor también revela que la experiencia profesional, las buenas referencias y la disponibilidad del candidato son otros de los aspectos que tienen muy en cuenta a la hora de seleccionar candidatos.
Las Escuelas de Hostelería y Universidades gastronómicas están jugando un papel fundamental, introduciendo en sus programas formativos contenidos y herramientas que los nuevos profesionales deben dominar para entrar en el mercado laboral.
Así lo señala Nan Ferreres, directora de la Escuela Técnica Profesional y de los Estudios Universitarios de Gastronomía de CETT: “La formación que reciben es muy completa y pretende formarlos como profesionales capaces de gestionar equipos, áreas de negocio o establecimiento de manera exitosa. Para que así sea los conocimientos y habilidades que adquieren se basan en la técnica y en la gestión”.
El nuevo profesional posee un dominio y manejo de las nuevas tecnologías, así como conocimientos de gestión, idiomas y una buena dosis de innovación y creatividad. Estos aspectos parecen ser clave para hacerse un hueco en el mercado laboral hostelero.
“Lo que se exigía antes para trabajar en hostelería era fundamentalmente tener capacidad para aguantar la dureza y las exigencias de la profesión en cuanto a condiciones, horarios etc. Ahora se pide, además, una alta dosis de creatividad e innovación para diferenciarse de la competencia”, como destaca Miguel Ángel Corral, director de la Escuela de Hostelería de Alcalá de Henares.