Creada como un remedio para aliviar la digestión, un 8 de mayo de 1886 comenzó en una farmacia de Atlanta la comercialización de la Coca-Cola, la bebida más vendida y famosa de la historia.
Pocos saben, sin embargo, que, junto a Francia, fue Tenerife el primer lugar de Europa donde empezó a embotellarse, allá por el año 1926. En aquel momento el empresario Guillermo Olsen y su padre Hans, quien también fue cónsul de Dinamarca en la isla, hijo obtuvieron la concesión para envasar la bebida en la fábrica que poseían en la calle Jesús Nazareno de Santa Cruz, llamada The Perfection (La perfección).
La presencia de Coca-Cola en Tenerife data de inicios del siglo XX, cuando la introdujeron los indianos que venían de Cuba. Aquellos primeros productos venían directamente de Estados Unidos.
Cuando los Olsen asumen la representación del producto comienzan la producción que en 1927 era de 400 botellas por hora.
Los 50 en España
A mediados de los años 50 se instala la primera fábrica propia en la calle Tres de Mayo de la mano de la familia Daurella, que pasó a producir 1.000 litros a la hora.
Si bien los inicios de Coca-Cola en Canarias se remontan a los años 20, en la Península no fue hasta los años 50 del pasado siglo cuando llegó la primera botella de la marca elaborada en España, en la fábrica de Cobega, en Barcelona.