La borrasca Emilia ha dejado en Gran Canaria más de 2,5 millones de metros cúbicos de agua en las presas de la isla y ha generado más de un millar de incidencias, que fueron atendidas gracias a la actuación coordinada de más de 1.000 profesionales, según el balance ofrecido este lunes por el presidente del Cabildo, Antonio Morales.
Morales subrayó que la anticipación, la coordinación y la preparación fueron claves para reducir el impacto del temporal y evitar mayores daños. “Dada la magnitud del evento, queda en manifiesto como punto clave la anticipación y las medidas de protección civil, que evitaron la exposición de la población”, señaló, destacando también el comportamiento responsable de la ciudadanía ante las recomendaciones de limitar desplazamientos y evitar el acceso a la cumbre.
Un “regalo de Navidad” para el campo
El presidente insular calificó la entrada de agua en los embalses como un “regalo de Navidad”, ya que permitirá garantizar el riego agrícola durante todo 2026 en la práctica totalidad de la isla y asegurar el suministro durante el verano en las zonas de medianías del sureste y las cumbres, las más necesitadas.
Las aportaciones continúan aumentando y podrían superar los 3 millones de metros cúbicos, ya que sigue entrando caudal en los embalses y se esperan nuevas lluvias a lo largo de la semana.
Más de mil incidencias atendidas
El operativo desplegado durante el temporal estuvo integrado por 225 bomberos, entre urbanos y forestales, 300 efectivos de Protección Civil y 270 trabajadores del área de carreteras, además del personal municipal. Entre las incidencias registradas figuran 470 desprendimientos en la vía pública, 300 caídas de elementos que afectaron a la circulación, 125 fallos en suministros básicos, 30 achiques de agua y 10 accidentes de tráfico, además de otras afecciones menores.
En el ámbito meteorológico, la racha máxima de viento alcanzó los 113 kilómetros por hora en la estación de la Aemet de Gando, mientras que las precipitaciones superaron los 100 milímetros en varias zonas del interior. El mayor acumulado se registró en Corral de Los Juntos (San Mateo), con 150,4 mm.
También se produjeron nevadas en cotas superiores a los 1.600 metros, con hasta 20 centímetros de nieve, además de granizadas, placas de hielo, oleaje de hasta seis metros y la descarga de más de 5.000 rayos, de los que unos 1.800 fueron de nube a tierra.
Carreteras afectadas y cortes
Durante el fin de semana se registraron medio centenar de incidencias en la red insular de carreteras, con el corte de 14 vías, principalmente en la cumbre por nieve. A media mañana de este lunes, seis carreteras permanecían cerradas, entre ellas la GC-210 (Artenara–Tejeda), accesos a Faneque y Tirma (GC-200) y la subida a El Sao (GC-231), que se irán reabriendo conforme avancen los trabajos de limpieza.
También continúan cerradas la GC-605 (Ayacata–Las Niñas) y la GC-606 (Carrizal de Tejeda) por encontrarse en obras, así como la GC-400 (Ariñez) por la caída de un muro que ha descalzado la vía, donde se valora una actuación de emergencia. Además, se estudian trabajos urgentes en varios taludes de la GC-60 a la entrada de Tejeda.
El vicepresidente primero y consejero de Obras Públicas, Augusto Hidalgo, pidió máxima precaución en las carreteras de medianías y cumbres ante la prealerta por desprendimientos, y recordó que más de 70 operarios y 17 ingenieros han trabajado de forma ininterrumpida durante el fin de semana para restablecer la normalidad en la red viaria.
