El pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla polatzeki) es una de las especies más amenazadas del Archipiélago y se encuentra en “una situación límite”, con una población que ronda apenas 400 ejemplares, en los pinares de Inagua y La Cumbre, sus principales hábitats. 

Más allá de las amenazas principales de este ave, como la fragmentación de hábitat o la amenaza de depredadores, el retraso en la actualización de su plan de recuperación impide aplicar medidas clave como la cría en cautividad o la gestión genética para salvar a la especie. 

“Peligro crítico”

Pascual Calabuig, biólogo y veterinario del Cabildo de Gran Canaria, responsable del programa de recuperación de la especie, señala que el panorama es muy preocupante al haber tan solo “300 ejemplares en Inagua y algo más de 100 ejemplares en La Cumbre”, todo ello gracias a los trabajos de crianza en cautividad que se hicieron en años anteriores. 

“En un espacio reducido, hay muy pocos ejemplares, lo que hace que el peligro de extinción sea crítico”, pues, según alerta el experto, “si se produce un incendio o les da una enfermedad, es el fin de la especie”. 

Sin plan de recuperación 

El problema no es solo biológico sino también burocrático. Según Calabuig, el plan de recuperación que permitía todas estas actuaciones caducó en 2018 y desde entonces no se ha renovado: “Llevamos siete años sin que redacten uno nuevo, por lo que no se puede seguir con la crianza en cautiverio ni trabajar en un stock genético”. 

Para el biólogo y veterinario es algo inaudito que se haya producido esta situación, ya que “estamos hablando de la especie prioritaria que requeriría la máxima atención de nuestro cabildo y nuestro Gobierno de Canarias. Tenemos unas instalaciones modélicas con cámaras robotizadas, con el personal entrenado, con todo para ponerlo en marcha y aquí se está pudriendo”.

Inacción del Gobierno de Canarias

Raúl García Brink, consejero de Medioambiente del Cabildo de Gran Canaria, reconoce la gravedad del problema y responsabiliza al Gobierno de Canarias del bloqueo administrativo: “El Gobierno de Canarias no ha hecho en los últimos años su tarea, que era elaborar un plan de recuperación del pinzón azul. Eso ha hecho que esté en un limbo, porque no se sabe si se puede seguir con la crianza en cautividad”.

Ante la inacción autonómica, el Cabildo ha decidido dar un paso y solicitar permiso al Ejecutivo regional para redactar y elaborar desde la entidad insular el plan y que después sea autorizado por el Gobierno. 

"Ya hemos encargado su redacción. Pero hasta que no se apruebe, no se pueden llevar a cabo acciones de recuperación porque se estaría cometiendo una ilegalidad manifiesta”, explica García Brink.