El Cabildo de Gran Canaria pagó el patrocinio con el Circo del Sol el pasado 13 de agosto, siete meses después de que el espectáculo abandonara la isla. La factura —firmada por Marino Alduán, director del gabinete del presidente Antonio Morales—, ascendía a 160.500 euros. Un dinero abonado sin que nunca se firmara el contrato entre ambas partes.
El acuerdo inicial era que la empresa Gaia Luxembourg recibiría 321.000 euros de la Consejería de Presidencia y Movilidad Sostenible para estar en San Bartolomé de Tirajana desde septiembre de 2024 hasta marzo de este año. Pero al final decidieron recoger la carpa en enero porque no vieron cumplidas las expectativas de asistencia que se habían marcado.
"No querían amarrarse"
El responsable del área, Teodoro Sosa, apuntó el pasado 16 de septiembre en una comisión de pleno que estaba prevista la firma del expediente de contratación por parte de la empresa, pero la entidad decidió no hacerlo porque “no querían amarrarse hasta marzo”. Como el Circo del Sol estuvo la mitad del tiempo acordado, el 50% del dinero se declaró en nulidad.
O, dicho con otras palabras, el Cabildo solo abonó la cantidad correspondiente a lo ejecutado: 160.500 euros. Así queda reflejado en el pago emitido por Alduán, pero el documento contiene una frase que resulta llamativa: “La factura es conforme al servicio contratado”. En realidad, no hay constancia de que exista ningún acuerdo firmado con Gaia Luxembourg.

Retorno publicitario
El documento indica también que el retorno publicitario presentado por la compañía “es correcto” y “el contrato se entiende realizado” porque se ha cumplido toda la prestación de acuerdo con los términos del mismo “a satisfacción de la administración”. Indica que las fechas que abarcan el servicio prestado van desde el 28 de septiembre hasta el 6 de enero.
Teodoro Sosa aseguró durante la comisión de pleno que el retorno publicitario fue de 224.000 euros, un 50% más de lo que había abonado la Corporación Insular. Una cifra que extrajo de un segundo informe para contrastar los números aportados por el Circo del Sol. Aún así, no existe ningún contrato firmado para pagar el dinero que corresponde por el patrocinio.

La propuesta de contratación
La Plataforma de Contratación del Estado, donde está publicada la adjudicación mediante un negociado sin publicidad, no tiene rastro del contrato —a diferencia de lo que ocurre en otras licitaciones aunque estén otorgadas ‘a dedo’—. El único documento que parece existir es la propuesta elaborada para que la rubricaran todas las partes implicadas.
El texto recoge que como el espectáculo el cual permanecería en la Isla durante siete meses, constituía una plataforma idónea para dar a conocerla. “Promocionando y difundiendo nuestra tierra, principalmente a través de las redes sociales del espectáculo, además de ampliar nuestro espacio cultural y de ocio”, apunta. Además, incluía las condiciones.

Vídeo promocional
Entre las peticiones estaba que la empresa debía añadir tres post promocionales en exclusiva con la marca La isla de mi vida vinculada al Cirque du Soleil Gran Canaria. “Además, durante su estancia en Gran Canaria algunos personajes del espectáculo recorrerán los principales lugares más turísticos, a fin de realizar un vídeo”, expone el documento.
Por otro lado, hace mención a la participación de influencers o a un vídeo promocional que debían grabar por la isla algunos de los personajes que participaban en el Circo del Sol. Subraya que “visto el retraso sufrido en la tramitación del expediente administrativo” se abonaría a través de un pago único tras la finalización del evento y mediante factura.
Entradas reservadas
Pero la cosa no queda ahí porque la propuesta de contrato incluía la obligación por parte de la empresa de proveer al Cabildo de Gran Canaria de 440 entradas para el Circo del Sol —para los seis meses en los que pensaban estar allí—. Para entidades sociales pedía reservar 150. En cualquier caso, debían entregarse como muy tarde una semana antes de la inauguración
La propuesta de contrato fue enviada a Marino Alduán, a Teodoro Sosa, a un apoderado de Gaia Luxembourg y a la jefa del Servicio de Presidencia. Solo esta última plantó su rúbrica digital. El primero dio su visto bueno a la petición. De la respuesta por parte de la compañía, ni rastro.