Loading...

Gran Canaria

El cabildo impone 120 sanciones hasta julio por transitar y acampar en las Dunas de Maspalomas

El número de expedientes sancionadores multiplica por seis los instruidos en 2022 y duplica los registrados en 2021

1 minuto

Agentes medioambientales en las Dunas de Maspalomas. / CEDIDA

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, dirigida por Raúl García Brink, ha impuesto entre enero y julio de este 2023 un total de 120 sanciones por transitar y por acampar en lugares no permitidos de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, según data en un comunicado la Corporación insular.

Esta cifra sextuplica el número de expedientes sancionadores que se instruyeron a lo largo de todo 2022, cuando se registró un total de 20, y duplica, asimismo, los 60 abiertos en 2021.

Afección de espacio protegido

Según la nota de prensa, las sanciones están motivadas por la afección a un espacio protegido con un nivel de protección de los más elevados de la normativa medioambiental, ya que se produce un daño al ecosistema dunar. De ahí que la mayoría de las sanciones sea de 150 euros, por incumplir las normas que son que están perfectamente claras en los distintos puntos de información y señalizaciones.

Las personas infractoras pueden reducir el importe de la sanción si pagan anticipadamente, lo que les permite rebajar un 20% la sanción. Asimismo, se han impuesto sanciones superiores a empresas del sector audiovisual (fotografía, vídeos…) que se internan en las zonas no autorizadas para realizar sus trabajos.

Repunte "muy importante"

Raúl García Brink destaca cómo esta actividad "ha experimentado un repunte muy importante en 2023, cuando se han superado ampliamente los datos recogidos en los años anteriores, posiblemente debido a la pandemia".

Así, incidió en que, en aras de continuar mejorando las labores de control de la Reserva, está previsto incrementar el número de efectivos que desempeñan esa tarea, que actualmente es un equipo de cuatro agentes de Medio Ambiente, incorporados en 2020, así como el uso de dispositivos tecnológicos para poder controlar la amplia superficie de la Reserva, declarada como espacio protegido en 1987 y 1994, con el uso de drones y equipos tecnológicos de detección.