Cada estación del año esconde sus rituales. En primavera los colores se resaltan, los olores se intensifican y la vida parece darnos una segunda oportunidad; en verano florecen los sentimientos, surgen los mejores planes y hay una especie de efecto espejo, día soleado, corazón contento. Cuando llega la recta final del año, con el otoño y el posterior invierno llegan otras sensaciones; la nostalgia, la calma, la instrospección, los planes de campo, de senderos, de películas —cursis— de amores imposibles y de castañas —kilos y kilos de castañas—.
Aunque muchos no lo sepan, la isla esconde auténticos tesoros naturales donde aún se conservan viejos castañeros que cada año regalan su fruto. A pesar de que comprarlas es lo más cómodo, a tan solo 30 minutos de Las Palmas, hay un lugar perfecto para disfrutar en familia de la recogida de castañas rodeados de naturaleza.
El otoño más canario
Con unos 76.000 castaños repartidos por la isla, el plan de recoger castañas se ha convertido en una actividad imprescindible para el otoño. Estos árboles necesitan zonas húmedas y frescas, por eso se concentran en las medianías altas, especialmente en municipios como Teror, San Mateo, Valleseco, Moya, Valsequillo, Tejeda, Artenara y los altos de Firgas.
Entre todas las zonas posibles, hay un enclave que destaca por su historia, su belleza y su abundancia: la Finca de Osorio, en Teror.
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La Finca de Osorio, un bosque centenario
La Finca de Osorio es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Gran Canaria. Aquí crecen castaños con más de 140 años de antigüedad, rodeados de un paisaje que combina la frondosidad del monteverde con senderos accesibles y áreas recreativas ideales para pasar el día.
A solo media hora de la capital, este espacio permite recoger castañas y disfrutar de un entorno rural único, donde el tiempo parece detenerse. Los senderos que atraviesan el bosque son perfectos tanto para familias como para senderistas más experimentados, y las zonas de picnic bajo los árboles invitan a quedarse hasta que caiga la tarde.
Eso sí, para visitar la finca y participar en la recogida es necesario solicitar un permiso previo en la página web del Cabildo de Gran Canaria, una medida que busca proteger el entorno y regular la afluencia de visitantes.
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¿Cómo se llega a la Finca de Osorio?
Desde la capital, Las Palmas de Gran Canaria, vamos por la carretera general del Norte GC-2 hasta encontrar la desviación a Arucas GC-20. Recorremos el tramo siguiendo esta carretera dirección Teror.
Antes de llegar encontramos una señal que indica La Guanchía y en este tramo encontraremos a nuestra izquierda la puerta principal de la Finca de Osorio, una puerta rejada alta de dos hojas.
Otros lugares donde recoger castañas
Aunque Osorio es el destino más popular, no es el único. En los barrios de Aríñez, Utiaca y Cueva Corcho, pertenecientes a San Mateo, también abundan los castañeros. En el norte, Fontanales (Moya) ofrece un entorno más húmedo, ideal para disfrutar de una jornada tranquila.
También se pueden encontrar buenos ejemplares en los Pinos de Gáldar y en los alrededores de la Cruz de Tejeda, donde la altitud y el clima fresco favorecen el desarrollo del fruto.
La mejor época para recoger castañas
La temporada de castañas en Gran Canaria ya ha comenzado. Desde mediados de octubre hasta diciembre, los erizos abren y liberan los frutos maduros, listos para ser recogidos.
Es el momento ideal para salir al campo con familia o amigos, llenar una cesta y, al volver a casa, asarlas al fuego o prepararlas en guisos tradicionales.