La Policía Nacional en Telde ha detenido a tres hombres con antecedentes policiales, acusados de un presunto delito de tráfico de drogas.

La operación, desarrollada tras una exhaustiva investigación y diversas denuncias anónimas, reveló una red de venta de estupefacientes que operaba en el Polígono de Jinámar, utilizando viviendas familiares como centros de distribución.

Según las investigaciones, los tres individuos realizaban las transacciones a plena luz del día, sin intentar ocultarlas, ya fuera tras contacto telefónico o directo con los compradores. Incluso, algunos clientes consumían las sustancias en los rellanos del edificio o en sus inmediaciones, lo que generó la indignación y las denuncias de los vecinos.

Fentanilo, armas y otras drogas

Durante el registro en las viviendas, los agentes incautaron una notable cantidad de sustancias ilegales y otros elementos preocupantes. Entre lo confiscado se encuentran:

• 66 parches de fentanilo, una droga opiácea extremadamente peligrosa y vinculada a numerosas muertes por sobredosis en todo el mundo.
• 298 pastillas de morfina, otra sustancia de alto riesgo.
• 194 dosis de base de cocaína (crack) y 2,3 gramos de cocaína.
• 4850,8 gramos de hachís y 368 gramos de polen de hachís.
• Un arma simulada tipo revólver, 4 cartuchos, dos nunchakus y dos pasamontañas.
• 5 básculas de precisión, utensilios para preparar drogas y dinero en efectivo.

Tras finalizar las diligencias, dos de los detenidos fueron enviados a prisión por orden de la Autoridad Judicial, mientras que el tercero quedó en libertad con cargos.

Impacto del fentanilo

El hallazgo de parches de fentanilo es especialmente alarmante. Este opiáceo sintético, utilizado en medicina para tratar el dolor severo, se ha convertido en una de las drogas más letales cuando se emplea ilícitamente, siendo 50 veces más potente que la heroína.

Las autoridades han intensificado los esfuerzos para frenar su distribución debido a la creciente preocupación por sus efectos devastadores.