El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha concluido la capacitación de 35 mandos en operaciones y defensa en áreas de interfaz urbano-forestal, enfocada en proteger las zonas donde conviven zonas arboladas con viviendas, ante el riesgo de incendios.
La formación, desarrollada en colaboración con mandos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y bomberos de San Bartolomé de Tirajana, responde a la complejidad de la geografía de Gran Canaria. Según el Consorcio, la isla es considerada "uno de los cinco lugares de Europa más difíciles de defender frente a incendios forestales".
Preparación avanzada
Entre los participantes se encuentran oficiales, suboficiales, sargentos y cabos del Consorcio, así como los cuatro mandos superiores de la UME en la isla. Este entrenamiento coloca a Gran Canaria a la vanguardia de los cuerpos de bomberos del archipiélago en preparación para incendios en áreas de interfaz urbano-forestal, donde su intervención resulta crucial, señala el Consorcio.
El programa busca mejorar la agilidad en la toma de decisiones y asegurar una coordinación eficiente con los equipos de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria. Esto permitirá a los bomberos seleccionar las tácticas más efectivas para proteger viviendas amenazadas mientras los equipos forestales gestionan la propagación del incendio.
Especialización en incendios
La formación incluyó la evaluación de factores clave como la orografía, tipos de combustible, condiciones climáticas y la ubicación de viviendas respecto a la trayectoria del fuego. Los equipos del Consorcio, especializados en incendios urbanos y equipados con protección individual (EPI), están preparados para actuar en ambientes hostiles con temperaturas de hasta 600 grados.
Esta capacidad ya ha sido puesta en práctica, como en el incendio forestal de 2023 en La Palma, otro de los territorios considerados de alta complejidad en Europa. Además, los bomberos enfrentan anualmente unos 60 conatos de incendio en Gran Canaria, lo que suma experiencia a sus conocimientos, apunta el sargento Jesús Madero.
Hacia una respuesta integrada y eficiente
El proceso formativo también incluye a personal de seguridad y sanitario, buscando establecer una terminología común, sistemas de comunicación integrados, y una cadena de mando clara con relevos definidos. Esto permitirá ejecutar planes de acción modulares y por objetivos, fortaleciendo la respuesta conjunta ante emergencias.
