La Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, a través de su especialidad de Intervención de Armas y Explosivos (IAE), vuelve a desempeñar este agosto un papel clave en la seguridad de los tradicionales Fuegos Artificiales de San Lorenzo, una de las celebraciones más esperadas de Gran Canaria.
El barrio capitalino de San Lorenzo se convierte cada año en epicentro de luz y color para honrar a San Lorenzo mártir, congregando a cerca de 50.000 personas. Un evento multitudinario que exige un amplio despliegue de control y coordinación para garantizar que todo se desarrolle sin incidentes.
Durante los días previos, los especialistas de la IAE llevan a cabo inspecciones exhaustivas que incluyen la revisión in situ de los puntos de lanzamiento, comprobando que el material, las instalaciones y las distancias cumplen con la normativa vigente. “Nuestro trabajo es garantizar que todo el proceso se ajuste a los protocolos de seguridad”, señalan desde la unidad.
El dispositivo también implica la coordinación con otros organismos, actuando la Intervención de Armas como garante técnico del uso seguro de los explosivos y asesorando en tiempo real si surge alguna incidencia. Además, recuerdan que todo espectáculo pirotécnico debe contar con autorización previa y que factores como el calor extremo, las tormentas o fallos técnicos pueden retrasar o incluso suspender el lanzamiento, algo que ya ha ocurrido en otras ediciones.
Una vez finalizado el espectáculo, la Guardia Civil levanta actas de inspección y, en caso de detectar incumplimientos, tramita las correspondientes denuncias.
Gracias a esta labor discreta pero esencial, los Fuegos Artificiales de San Lorenzo pueden celebrarse cada año de forma segura, preservando así una tradición que combina devoción, cultura y convivencia en la noche canaria.
