El colectivo de arte urbano CNFSN va dejando su huella en Gran Canaria al golpito: un colegio aquí, un campo de fútbol allá, un muro donde se tercie. Felo Monzón y Tono Cruz llevan décadas bombardeando de colores la isla con una intención clara: demostrar el poder del arte para dotar de identidad a los barrios y conectar con la idiosincrasia isleña.
Lo hicieron con el centro escolar que pintaron en Guanarteme el año pasado, y lo han vuelto a hacer ahora en La Isleta, un barrio en el que han pintado una escalera de grandes dimensiones para posicionar a Las Palmas de Gran Canaria en su carrera a Capital Europea de la Cultura.
Esa, al menos, es la apuesta del gobierno municipal, que va tejiendo su red de apoyos y proyectos para ganarse el corazón de Europa. Una vez casi lo logran, con aquella invención de los riscos y el impulso de Jerónimo Saavedra, tan volcado siempre en la belleza, como diría Jep Gambardella, el célebre personaje de Sorrentino, con Roma y su galopante decadencia como protagonistas.
El concurso se fallará en 2031, pero el equipo de Carolina Darias, con el proyecto Rebelión de la Geografía, ha comenzado a competir con 11 ciudades españoles, estando previsto el primer corte de la selección a finales de 2026 o principios de 2027. De ahí que empiecen a hacerse intervenciones artísticas en barrios como La Isleta.
Escalera de Colores
Monzón y Cruz, siempre comprometidos con hacer comunidad, aceptaron el desafío municipal y pintaron la escalera de la calle Faya, un proyecto de 200 metros cuadrados que "irradia vida y memoria", explican los artistas.
La intervención, realizada con pintura epóxica transitable, ha dado de una "fuerte identidad visual" a esta zona popular y necesitada de arte.
El diseño recrea la historia y la geografía del lugar, siempre entre el mar y el Puerto de La Luz, con colores que evocan los tonos de los cascos de los barcos y el ancla como símbolo icónico del barrio.
También se incorporaron elementos como el cardón canario y los volcanes, recordando el origen geológico del istmo, que es donde se asienta este rincón de tierra insular.
A la ejecución del proyecto, que contó con el apoyo del Ayuntamiento, se sumaron vecinos como la familia de Yonatan Ortega, Paqui y María Jesús Rodríguez, quienes no dudaron en arrimar el hombro para "poblar de color cada peldaño". Se emplearon cinco días y la flexibilidad de los gatos.
Un viaje a la Vía Láctea
Y de La Isleta a Tejeda, porque hace unos meses, Felo Monzón y Tono Cruz pintaron en Degollada Becerra el mural La poética de la Vía Láctea, un viaje cósmico para ver las estrellas en este centro gestionado por el Cabildo de Gran Canaria.
Inspirado en la "majestuosidad" del universo, el mural despliega una compleja sinfonía de colores y geometría. Los azules profundos, los morados de las nebulosas y los destellos dorados de las estrellas transforman el espacio, invitando a la contemplación, destaca CNFSN.
La obra utiliza la geometría para organizar el aparente caos celeste en planos armónicos, simbolizando la profundidad y complejidad cósmica.
Murales con alma
Según el colectivo, la intervención es más que arte: una experiencia sensorial que rinde homenaje a la curiosidad humana y el "deseo incesante" de explorar lo desconocido.
El mural sirve como un recordatorio de que "cada observación nos acerca a comprender los secretos del universo", añade Monzón.
Ambos proyectos destacan el compromiso de CNFSN con la transformación de espacios públicos, demostrando que el arte urbano puede fortalecer el alma de la comunidad, tanto pintando de futuro cada escalón de La Isleta como abriendo una ventana al infinito en La Cumbre.
Ahora, sin ir más lejos, Tono y Felo están en el Centro Cultural Carmelo Pérez, en El Tablero de Maspalomas, dando color a un mural inspirado en la zafra del tomate.
