El municipio de San Bartolomé de Tirajana da un paso histórico al desbloquear la zona de Meloneras 2A, paralizada desde hace más de dos décadas, y reactivar una inversión público-privada estimada en más de 700 millones de euros. La Concejalía de Urbanismo ha elevado al pleno la aprobación definitiva de la modificación del planeamiento urbanístico que afecta a esta área estratégica de Maspalomas, una actuación que permitirá la creación de nuevas instalaciones turísticas, zonas residenciales y más de 300.000 metros cuadrados de suelo público destinado a usos sociales clave.
“Es una transformación urbana que generará más de 2.000 empleos y mejorará la vida de quienes residen y trabajan en el municipio”, aseguró el primer teniente de alcalde, Alejandro Marichal (Coalición Canaria), quien también ha destacado que esta modificación libera el suelo necesario para nuevos equipamientos educativos, sanitarios, deportivos y zonas verdes.
3.600 camas
El cambio urbanístico también facilita la segregación de parcelas, lo que permitirá a promotores y empresas actuar de forma independiente sin necesidad de desarrollar grandes proyectos conjuntos. Entre las iniciativas previstas, destaca la ampliación del Hotel Villa del Conde y la construcción de nuevos complejos turísticos con 3.600 camas, lo que supondrá 1.500 empleos en fase de obras y 2.400 entre puestos directos e indirectos una vez abiertos.
La concejala de Urbanismo, Davinia Ramírez, ha subrayado que el nuevo diseño elimina viarios ineficientes, mejora accesos a la playa, reordena los entornos del Palacio de Congresos y reserva espacio para nuevos aparcamientos. “Respondemos así a una demanda histórica de vecinos y agentes económicos de la zona”, afirmó.
Atascado desde 1996
El desbloqueo de Meloneras 2A pone fin a una situación heredada desde 1996, cuando el planeamiento anterior quedó atascado por errores técnicos y falta de consenso. En 2022, el Ayuntamiento reactivó el expediente, impulsó una modificación menor del plan general y completó los trámites ambientales, técnicos y jurídicos necesarios para poder ordenar el suelo, recepcionar urbanizaciones y ejecutar dotaciones públicas largamente esperadas.
Con este impulso, Maspalomas reafirma su papel como motor económico del sur de Gran Canaria, combinando desarrollo turístico, vivienda, servicios públicos y sostenibilidad urbana.