El asesinato a tiros de Jonathan Josué Delgado Bordón, conocido como El Conejero, en San José de las Longueras (Telde), podría esconder un error fatal. Una de las hipótesis que maneja la investigación es que los sicarios se equivocaron de víctima, según ha podido saber Atlántico Hoy a través de fuentes cercanas al caso.
Desde el primer momento, personas del entorno del fallecido, así como otras vinculadas al entramado del narcotráfico, señalaron que Delgado Bordón no mantenía una implicación activa en actividades delictivas. La posibilidad de que el crimen fuera un encargo mal ejecutado cobra fuerza con el avance de las pesquisas policiales.
A prisión
El Juzgado de Instrucción número 3 de Telde ha decretado este martes prisión provisional, comunicada y sin fianza para los dos presuntos autores materiales del asesinato, detenidos el pasado sábado en Las Palmas de Gran Canaria. La medida se adoptó tras una comparecencia en la que ambos acusados se acogieron a su derecho a no declarar, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
A los arrestados, dos ciudadanos de nacionalidad colombiana, se les imputan también delitos de tenencia ilícita de armas y falsedad documental. Las investigaciones apuntan a que fueron contratados como sicarios para ejecutar el crimen, aunque ahora se duda de si el verdadero objetivo era otro hombre vinculado al narcotráfico.
Narcotráfico
El crimen ocurrió el pasado jueves por la tarde. La víctima recibió cinco disparos en el abdomen por parte de un individuo que huyó en un ciclomotor. Delgado Bordón, de 38 años, vivía a escasos metros del lugar del ataque, lo que aumenta la incertidumbre sobre si fue un crimen premeditado o un error de identificación.
La Policía Nacional continúa analizando todas las líneas posibles, aunque la teoría de una venganza relacionada con ajustes de cuentas entre clanes del narcotráfico sigue sobre la mesa.
El caso, que ha conmocionado al barrio y a la isla, abre interrogantes sobre la presencia de redes criminales internacionales actuando en Canarias y sobre cómo se gestionan los encargos de este tipo de asesinatos por encargo. El temor a que se trate de una cadena de represalias mantiene en alerta a los investigadores.
