El pasado día 28 de enero, el Seprona paró en el barranco de Silva (Telde), que sufre graves problemas medioambientalesuna por haberse convertido en un vertedero, una furgoneta ocupada por dos hombres transportaba más de una tonelada de residuos peligrosos (paneles de fibro-cemento ondulados con amianto), distribuidos en un total de 42 sacos plásticos de escombros.
Se identificó al conductor y su acompañante, resultando que el conductor de la furgoneta poseía en vigor varias requisitorias de detención emitida por diferentes Juzgados de la isla de Gran Canaria.
Amianto
Inspeccionada la carga del furgón, los agentes hallaron un total de 42 sacos de escombros rellenos de fragmentos de paneles de fibro-cemento ondulados con amianto, de unos 25 kilos de peso aproximadamente cada uno.
Dichos residuos se encontraban fragmentados en el interior de dichos sacos de escombros, una práctica asociada frecuentemente al transporte ilegal de materiales, ocupando la parte trasera de la furgoneta interceptada, la cual levantó las sospechas al encontrarse hundida por el gran peso que transportaba.
Una obra en Las Palmas
Los residuos peligrosos transportados eran de una obra que se estaba ejecutando en el barrio de San Roque de Las Palmas de Gran Canaria, no aportando más datos sobre la dirección exacta.
Estas dos personas explicaron a los agentes que habían realizado la desinstalación de un techo de “paneles de uralita” sin contar con los servicios de una empresa autorizada para la gestión de este tipo de residuos altamente peligrosos.
Por ello, se realizaó un reportaje fotográfico de los residuos peligrosos hallados y se desarrolló un acta de constatación de hechos para que el responsable de los mismos proceda a la gestión adecuada mediante una empresa autorizada
