La recuperación de la carretera LP-2, una de las principales arterias de comunicación entre el valle de Aridane y el sur de La Palma, avanza hacia su fase final tras superar de forma favorable la supervisión técnica del proyecto por parte del Gobierno de Canarias.
El expediente ha sido remitido nuevamente a fiscalización, último paso antes de que puedan comenzar las obras sobre el terreno, según ha comunicado el Cabildo de La Palma este martes.
Unidad institucional y relevancia estratégica
En un reciente encuentro entre representantes del Cabildo de La Palma y el Ejecutivo autonómico, ambas instituciones destacaron la unidad de acción que ha permitido avanzar en este proceso, pese a los obstáculos administrativos encontrados.
El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, ha subrayado la importancia estratégica y la necesidad de esta infraestructura para la “recuperación económica y emocional” del barrio de Las Manchas y del municipio de Fuencaliente.
Procedimiento y ajustes técnicos
Rodríguez ha recordado que la LP-2, al ser una carretera de interés regional, está bajo la competencia del Gobierno de Canarias, lo que condiciona el enfoque de su reconstrucción.
Ante esta situación, la Consejería de Obras Públicas ha asumido el procedimiento ordinario, que ha requerido la modificación del proyecto, la redacción de un nuevo anejo de expropiaciones, el pronunciamiento ambiental y un ajuste presupuestario.
Inicio inminente y prioridad insular
La ejecución de las obras estará a cargo de la misma unión temporal de empresas que trabaja en el tramo San Simón-Tajuya, permitiendo así una continuidad técnica y operativa en la intervención para que, una vez concluida la fase de fiscalización, los trabajos puedan comenzar de inmediato.
Sergio Rodríguez ha reiterado la urgencia de que se inicien las obras cuanto antes, al considerar la LP-2 como la infraestructura más estratégica en el proceso de reconstrucción de la isla tras la erupción volcánica.
