La Comisión de Evaluación Ambiental de Tenerife (CEAT) ha validado la modificación del Plan General de Ordenación de La Laguna planteado para proteger la ermita de San Juan Bautista, en Bajamar. El dictamen confirma que la propuesta urbanística no genera impactos significativos sobre el medio ambiente y permite continuar la tramitación hacia su aprobación definitiva.
El ayuntamiento lagunero había iniciado este expediente en 2024 con la intención de asegurar la conservación de la ermita, un inmueble de valor patrimonial que hasta ahora no estaba incluido en el Catálogo de Protección municipal. El objetivo es, una vez incluida en dicho catálogo, solicitar su declaración como Bien de Interés Cultural y proceder a su restauración.
La opción más viable
La Gerencia de Urbanismo redactó un borrador que planteaba varias opciones, decantándose finalmente por la inclusión de la ermita y del muro con hornacina próximo en el Catálogo de Protección, con grado integral. Esta categoría es la más exigente y obliga a preservar no solo la estructura principal sino también elementos secundarios como el pavimento empedrado, el callao de playa del entorno o los muros de piedra seca que enmarcan el inmueble.
La alternativa elegida contempla, además, un ajuste en la ordenación de la zona. Se modifica la unidad de actuación conocida como BM2 para liberar parte del viario previsto y destinarlo a espacio libre, de modo que la superficie de protección alrededor de la ermita se amplía.
Pronunciamiento de distintas administraciones
Durante el trámite se recabaron informes de distintas administraciones. El Ministerio de Defensa, que inicialmente había expresado reparos, acabó emitiendo un pronunciamiento favorable tras verificar que la actuación no afectaba a intereses militares. La Dirección General de Salud Pública señaló que la modificación no implica riesgos añadidos para la población. Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife insistió en la necesidad de un grado de protección integral, confirmando la importancia de salvaguardar no solo la ermita sino todos los elementos asociados.
El análisis ambiental, realizado por la propia CEAT, concluyó que el ámbito de actuación es muy reducido y se sitúa en un entorno urbano ya transformado. La presencia de especies vegetales protegidas es residual y se limita a ejemplares de carácter ornamental que podrán trasplantarse. Tampoco se identificaron riesgos naturales o antrópicos que condicionen la ordenación propuesta. El impacto global se considera positivo, al reforzar el valor patrimonial del inmueble y mejorar la calidad del espacio público.
El informe ambiental establece medidas preventivas sencillas, como el control de polvo y ruidos durante las obras, y un plan de vigilancia para asegurar el cumplimiento de los objetivos de conservación. Con este aval, el Ayuntamiento de La Laguna podrá continuar la tramitación administrativa de la modificación del PGO, paso necesario para que la ermita quede incorporada de forma oficial al Catálogo de Protección del municipio.